El impacto de la resistencia de la insulina en el organismo
Funcionalidad de esta importante hormona anabólica y su vinculación con la longevidad, la pérdida de grasa y la hipertrofia
Las células desarrollan resistencia a la insulina para lograr protegerse de las toxinas cuando hay altos niveles de insulina que se inicia con el hígado y las células musculares deduciendo que éstas son menos capaces de recibir la insulina y azúcar obligando al azúcar a trasladarse a las células grasas incrementando el nivel de grasa corporal, que en las personas normales alcanzan un 40% de los carbohidratos consumidos, pero cuando la persona es resistente a la insulina este porcentaje aumenta.
Cuando las células grasas de van volviendo resistentes elevan los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo induciendo al páncreas a contrarrestar el incremento de la producción de insulina, conociéndose esto como hiperinsulinemia; entonces la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia se vinculan a la diabetes y al síndrome X.
- Cuando la persona es resistente a la insulina se llega por ejemplo a un círculo vicioso con la deficiencia de magnesio que es necesario para la producción y el desempeño de la insulina, que cuando aumenta reduce el magnesio en el organismo.
- Pero la resistencia a la insulina bloquea también el almacenamiento del magnesio causando esa molesta hiperinsulinemia aumentando el requerimiento de magnesio en el cuerpo ya que se disminuye sus reservas.
- Recordemos que el magnesio relaja los músculos y una deficiencia de este importante mineral contrae los vasos sanguíneos impidiendo que la glucosa y la insulina lleguen a los tejidos aumentando la resistencia a la insulina.
La presión sanguínea que sube cuando hay niveles reducidos de magnesio también aumenta el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares y como el magnesio es esencial para las reacciones que producen energía, también influye en su disponibilidad para realizar actividades cotidianas o entrenar duro.
Un estudio de la Asociación Americana de Fisioterapia, muestra que la musculación ayuda a prevenir y a combatir el diabetes del tipo 2, enfermedad que se caracteriza por la resistencia a la insulina, a causa de ella, el azúcar queda dando vuelta en la circulación, ya que no consigue entrar en las células sin el empujón de esa hormona.
Los fisioterapeutas americanos notaron que quién no solo practicaba un deporte aeróbico sino también levantaba pesos de tarde en tarde tenía un mejor control de la glucosa en comparación a los que se limitaban a correr, por ejemplo.
- El ejercicio hace que estructuras de dentro de la célula capten esa fuente de energía sin necesitar de la insulina, afirman los científicos entonces mientras más músculo, mayor la captación se tiene.
- Mientras más músculos se tenga, mayor es el gasto energético incluso en reposo y ese consumo post-entrenamiento facilita el control del peso y con la masa magra adecuada y una musculatura interesante junto a los huesos, los riesgos de enfermedades cardiacas caen considerablemente.
- No se debe tampoco despreciar a los aeróbicos que mejoran la circulación sanguínea, haciendo al corazón batir fuerte, sin embargo, la masa muscular mejora el desempeño físico, lo que indirectamente ayuda a mejorar el sistema cardiorrespiratorio.
Sensibilizando la insulina
Hay además suplementos que son sensibilizadores selectivos de insulina muscular (conocido como SIMS); un SIMS es una sustancia que estimula la absorción de la glucosa por las células musculares mejor que la insulina por sí misma; a diferencia de la insulina, un SIMS bloquea la absorción de la glucosa por las células adiposas y al mismo tiempo promueve la lipólisis (quema de grasas).
Por otra parte, existe una hormona proteica, la GLUT4, que está “dormida” en el medio de los músculos y de las células de grasa a la espera de ser activada a través del levantamiento de pesas o de una dieta adecuada y cuando esto ocurre, las células musculares salen a la superficie y el organismo comienza a absorber glucosa para aumentar la masa; esto es lo que se conoce como “ventana de la oportunidad”, cuando se produce la auténtica magia y el cuerpo entra en un estado súper anabolizante; absorbiendo nutrientes, aumentando la masa muscular y quemando grasas siendo indispensable aprovecharla al máximo.
Desafortunadamente, aunque consuma un suplemento post-entrenamiento, la GLUT4 sólo sale a la superficie de la célula y permanece activa durante un corto período de tiempo, normalmente entre 30 y 60 minutos, y después vuelve al estado de hibernación, entonces hay opciones ideales para incrementar esa activación de la GLUT4 más allá del final del entrenamiento porque algunas fórmulas llevan los nutrientes a las células musculares y los mantiene lejos de las grasas a través de la activación de la GLUT4.
Además de activar la hormona proteica GLUT4, se debe pensar en suplementación natural que posean un gran efecto vasodilatador que sumada a un aumento de la glucosa en el esqueleto muscular (gracias a la activación de la GLUT4) puede incrementar el almacenamiento de glucógeno que, a su vez, maximiza la hinchazón de las células del esqueleto muscular, además, cuanto más tiempo permanezca activada la GLUT4, más oportunidades se tendrá de desarrollar el físico que se desea.
Al controlar la potencia de la insulina y el alimento, mediante los productos naturales y tecnológicamente testados se puede llevar el crecimiento natural a niveles INCREÍBLES recordando que la insulina es la hormona anabólica más poderosa producida por el cuerpo, mientras que el alimento constituye los ladrillos metabólicos que construyen el tejido muscular.
Los culturistas profesionales reciben insulina y consumen increíbles cantidades de comida para obtener un rápido aumento en la fuerza y el tamaño muscular, sin duda, la insulina obliga al músculo a desarrollarse más rápidamente y como también obliga a las células grasas a crecer también debemos combatir este inconveniente con algunas soluciones nutricionales específicas.