El ejercicio genera el estímulo
La dieta es importante, pero debe ser ejecutada con precisión para acompañar a la planificación en el entrenamiento.
La dieta hace que la persona sea capaz de realizar el trabajo propuesto, recuperarse adecuadamente de él y ganar el perfil físico que programó. Ya que dejamos eso claro vamos a algunas indicaciones de como aprovechar las principales ventanas de oportunidades que el entrenamiento nos ofrece y aprovechar de manera adecuada la información precisa sobre las variables que se presentan durante el periodo de crecimiento.
Al despertarse
No existe el término «no comer al despertar» en la nutrición deportiva, aunque se realice 20 minutos de caminata en ayuno para ayudar al metabolismo a eliminar esa grasa que molesta. La comida de la mañana es muy importante por el ayuno nocturno; la absorción en nuestro aparato digestivo está aumentada, por lo tanto, es un óptimo horario para tomarse una comida de absorción rápida con el objetivo de tener una recuperación rápida del ayuno nocturno.
Consumir proteínas que ayuden en la inmuno-modulación protege el cuerpo contra el catabolismo proteico y prepara el físico para la exigencia del día que vendrá.
Antes del entrenamiento
No confundir el ayuno gástrico con el ayuno metabólico. El hecho de tener una merienda antes del entrenamiento y sentir el estómago saciado no significa que la energía de aquel alimento va a estar a disposición del trabajo físico a la hora en que se precise. Es interesante tomar dos comidas antes del horario de la actividad física, de preferencia pensando en el tiempo de absorción para garantizar una buena sesión de ejercicios. Una salida interesante para esta situación es la utilización de suplementos alimenticios pre-entrenamiento.
Posterior al entrenamiento de forma inmediata
Esta comida, justo después del término del entrenamiento y entre la comida siguiente, 1 a 2 horas después, son fundamentales. Combinadas, forman parte del momento metabólico más importante de quien entrena en serio y responden a la mayor parte del éxito. Es por ello que se debe enfocar en las comidas post-entrenamiento. No siempre es el momento cuando se tiene el mayor apetito del día, pero de seguro es cuando la calidad que se ingiere debe ser meticulosamente elegida.
Más información sobre el post-entrenamiento.
Al dormir
En ese momento, damos un impulso a la síntesis de proteínas y a la cantidad de proteína de alto valor biológico y absorción lenta. Lo ideal es consumir pocos carbohidratos para no desequilibrar el balance de la insulina y consumir grasas buenas para tener la energía adecuada al nivel de exigencia física del momento.
Indicamos que el sueño muscular puede ser inducido.
Llegamos a algunas conclusiones a partir de estos datos:
- Quien no se alimenta en sincronía con lo que se ejercita se queda cada vez más lejos de la meta planificada.
- La dieta bien ejecutada permite que se tenga una sesión de ejercicios con una intensidad, volumen y densidad satisfactorios.
- Una comida post-entrenamiento adecuada hace que haya una recuperación de una forma que se puede entrenar en un periodo de descanso menor o con una calidad mayor.
- Prolongar el ayuno nocturno por no tomar una comida matinal es contraproducente para la mejora física.
- La última comida del día debe privilegiar la síntesis proteica y equilibrio insulinémico, importantes para construir músculos y gastar grasas.
- Informarse y bien sobre los mejores suplementos del mercado y sus combinaciones para acompañar las dietas planificadas.