El azúcar es tan viciante como la cocaína
Una adicción que si bien no es ilegal, puede destruir la salud
Un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton que se comunicaron con los expertos de MASmusculo estudiaron los “ataques de apetito” o la alimentación de forma compulsiva, y al trabajar con roedores, descubrieron que cuando estos animales ingieren grandes cantidades de azúcar, sus cerebros sufren cambios similares a las que ocurren en el cerebro de las personas que abusan de drogas ilegales como la cocaína y la heroína.
El profesor Bart Hoebel, investigador principal del estudio, afirmó que las pruebas obtenidas a partir de una plantilla animal sugieren que los ataques de apetito vinculados con el azúcar pueden actuar en el cerebro de formas muy similares a las drogas; explica que en los estudios, los animales que bebieron grandes cantidades de agua con azúcar cuando tenían hambre, también experimentaban cambios de comportamientos, en combinación con señales de abstinencia y hasta efectos de larga duración que se asemejan al deseo incontrolable por los dulces.
El Dr. Louis Aronne, Director del Comprehensive Weight Control Center de New York cita que algunas personas experimentan fuertes deseos por los dulces mediante mensajes internos que les dicen para ingerir azúcar, aunque sabena que es malo para ellas, y sus deseos extremos rozan la adicción.
Cuando ingieren azúcar, tal como cuando alguien ingiere cocaína, algunas personas sienten aquella sensación de bienestar, un “alivio” que las hace que se sientan bien durante un periodo de tiempo, y cuando los dulces les son retirados, simplemente no se sienten bien.
En los animales estudiados en Princeton, los “ataques de apetito” liberaron una gran cantidad del neurotransmisor dopamina en el cerebro; desde hace algún tiempo se sabe que las drogas liberan o aumentan los niveles de dopamina en esa parte del cerebro, haciéndoles perder el sentido como en este experimento, donde los roedores quedaban atrapados en un laberinto simple, comparando con un grupo placebo que podían salir del laberinto con facilidad.
Privados de su azúcar, los roedores demostraron señales de abstinencia similares a los síntomas observados en las personas cuando paran de fumar, de beber alcohol o de usar drogas; Aronne afirma que así como no todas las personas que consumen drogas, se vuelven viciosas, lo mismo pasa con el azúcar.
Si bien existe ciertamente un tratamiento eficiente para la adicción de los dulces, probablemente no será fácil de cumplir para aquellos, a los que les gustan sus dulces y biscochos; se añade que si las personas ingieren amidos y azúcar de mañana, es muy difícil controlar su comportamiento y se quedarán con los deseos por los dulces durante todo el día.