Dietas con alta ingesta proteica reducen el peso y aumentan la sensibilidad a la insulina
La calidad proteica inside definitivamente en muchos factores corporales que puede inducir a un buen funcionamiento de la mente y el cuerpo
Dos estudios hechos en la Inglaterra comparaban los efectos del Whey y de la Caseína en la supresión del apetito y en el aumento de las hormonas que regulan la saciedad, incluyendo el principal de ellos, la colecistoquinina; los efectos del Whey fueron superiores al de la Caseína, provocando un aumento del 60% en los niveles de colecistoquinina, lo que ocasionó una mayor sensación de saciedad llevando también a una reducción en el apetito y una menor ingesta calórica.
Aumento de la sensibilidad insulínica
En un estudio realizado en la Australia, los científicos compararon como ciertos tipos de proteína influencian en la pérdida de peso y en la sensibilidad insulínica.
- En este estudio quedó claro el mayor efecto en la saciedad cuando se compara la proteína con carbohidratos y grasas, en donde el alto tenor de proteína también ayudó a disminuir la grasa corporal.
- Además, el grupo alimentado con Whey demostró un aumento en la sensibilidad insulínica y una reducción del 40% en los niveles plasmáticos de insulina, mostrando un mejor control de la glucosa sanguínea y como consecuencia una reducción importante en la acumulación de grasa corporal.
Mejora en el humor, disminución del cortisol y aumento de la serotonina
El Whey también ayuda en la pérdida de peso, porque aumenta los niveles de un neurotransmisor crucial que es la serotonina.
- Los niveles saludables de serotonina están relacionados con una sensación de relajación, tranquilad y mejora en la habilidad para enfrentar situaciones de estrés; mientras que niveles bajos están asociados con depresión, ansiedad y pésimo control del apetito.
- La serotonina es sintetizada a partir del triptofano, y una de las fracciones protéicas del Whey, la alpha-lactoalbumina es muy rica en este aminoácido esencial.
- El aumento de los niveles de serotonina cerebral contribuye de forma incisiva en el tratamiento de la depresión y también ayuda a controlar la obsesión por carbohidratos y dulces en general, siendo esto una consecuencia de una disminución en la ansiedad.