Dieta para el Intestino Irritable
Los alimentos pesados y el estrés son causantes de problemas en el intestino
Tomar litros de té verde, embarcarse en la ola de los probióticos, o correr mucho puede ser una de las prácticas comunes entre los que se empeñan en aumentar su energía y rebajar las defensas, la personas se adhirió al deporte y a los alimentos de la moda, que es una maravilla, excepto por un detalle; no todas las prácticas difundidas como saludables son buenas para cualquier persona, en especial para quien tiene un estómago sensible, intestino irritado, exceso de azúcar en la sangre, colesterol más alto que el recomendado o cambios de presión en las alturas. Es por ello que lejos de desistir en el propósito, vamos a facilitar la vida de aquellos que tienen un síndrome; el del intestino irritable.
El Síndrome del Intestino Irritable
Un primer encuentro con un amor o una reunión decisiva en el trabajo y otras situaciones tensas quebrantan el intestino. Se tiene que correr al baño, o se pasa días sin entrar en él o se vive en un columpio de idas y venidas, pues el intestino está preso o bien suelto. Para empeorar la situación, el abdomen duele y los gases dejan a la persona con un estómago como una embarazada de 4 meses.
Se trata de las señales del síndrome del intestino irritable, que afecta hasta al 15% de la población, en la proporción de dos mujeres por cada hombre. El tratamiento envuelve hacer dieta, ejercicios físicos, control del estrés y medicaciones en ciertos casos; como la suplementación especial para calmar el estrés en otras.
Un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association concluyó que las restricciones a la mesa son útiles para 1/4 de los pacientes. En cambio, un artículo del médico Pablo Cáceres Pilla y equipo, publicado en los Archivos Catarinenses de Medicina, mostró que la acupuntura trae alivio para gran parte de los alcanzados.
Soluciones posibles
Utilizar las fibras, pero aumentando poco a poco:
- Se recomienda tortas de naranja o lima, ciruela, salvado de avena y otros cereales.
- Beber más líquido, como agua y tés, que facilitan la digestión. El té de hierbabuena, en especial, trae beneficios; se puede consumir dos tazas diarias. No hay consenso si los yogures con probióticos mejoran o agravan el cuadro. Si se los tolera adelante.
- Es mejor tomar leche con bajo tenor de lactosa.
- Utilizar aderezos suaves y salsas caseras coladas.
Comer despacio y fraccionar las comida:
- El intestino prefiere las comidas menores y más frequentes a platos voluminosos dos veces al día. La indicación es dividir cada comida en cuatro partes iguales, en donde cada una debe llevar 6 minutos para ser consumida; no se debe gastar menos tiempo, mejor es esperar completar los 6 minutos antes de poner en marcha la parte siguiente.
- Dedicar al menos 40 minutos a la comida y tener horarios regulares para alimentarse.
- También reservar un tiempo diario para olvidarse de la vida; 20 a 30 minutos leyendo, jugueteando con sobrinos o echandose un videojuego que relajan y mejoran los síntomas.
- La meditación y técnicas de relajación o hasta terapia son útiles para este caso.
Hacer un diario alimenticio
Es la mejor manera de saber lo que cae mal. Excluir el alimento sospechoso del menú y apunta la reacción es una buena opción, esto se puede experimentar también reintroduciéndolo en la dieta y ver el resultado. Es aquí donde se podrá saber cuales ingredientes o comidas deberán ser evitados para prevenir los síntomas.
También es importante dejar de lado por un tiempo prudencial los compromisos que dan ansiedad, por ejemplo una noche romántica, o algun compromiso importante de negocios, trabajo o competencia.
En la dieta:
- Huir de los alimentos que dan gases, y también de los que afectan los movimientos intestinales. Empezar con el test por ellos: leche y derivados (los integrales son peores que desnatados), frutas cítricas, verduras (berro, repollo, espinaca y acelga), granos (frijol, lenteja, guisante, garbanzo y soja), vegetales fibrosos (berenjena, okra, vaguen y pimiento), café, alcohol, cigarrillo y bebidas con gas, carnes grasas, frituras y embutidos (salchicha, salchichón y mortadela).
- Hacer yoga, pilates o caminatas, ya que promueven el autocontrol, reducen el estrés y disminuyen el dolor; dejar de lado por un tiempillo los ejercicios pesados que pueden causar diarrea, o consultar con los nutricionistas que opción en la suplementación puede ayudar en este caso.
Un ejemplo de dieta para equilibrar el organismo
- Desayuno: 1 taza de té de hierbabuena, 2 tostadas integrales, 1 cucharada rasa de margarina light como postre.
- Merienda de la mañana: 1 plátano verde, 1 cuchara de avena en copos finos y 1 cuchara de salvado de avena.
- Almuerzo: 2 a 4 cucharas (soperas) de arroz bien cocido, 1 cuchara de salvado de avena, 2 cucharas (soperas) de caldo de frijol, 4 a 6 cucharas (soperas) de legumbres al vapor, 120 g de pollo sin piel, cocido, 1 gelatina.
- Merienda de la tarde: 1 vaso de leche de soja, 1 rebanada de pan con fibras, 1 cucharada rasa de margarina light como postre.
- Cena: 2 a 4 cucharas soperas de arroz bien cocido, 120 g de carne asada, 1 platillo de ensalada de lechuga, 1 fruta (naranja-lima o ciruela)
- Antes de dormir: 1 taza de té de hierbabuena, 3 biscochos tipo integral.
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