Consume más grasa en tu dieta
Algunos consejos nutricionales que hacen la diferencia
Cuando estás tratando de agregar masa de calidad, no sólo necesitas añadir más calorías, sino consumir más grasas en la dieta, y si bien tiene una mala reputación, su consumo es crucial para las ganancias de músculos de calidad; la división que debes tener en cuenta debe ser uniforme entre grasas «saludables» enfocándote en el Omega-3 que promueve la salud y el crecimiento, y grasas saturadas.
Las buenas fuentes de Omega-3 son los aceites de arenque, sardinas, salmón y pescado; las grasas saturadas en particular, tienen una mala fama inmerecida, porque cuando estás recibiendo un montón de omega 3, también puedes consumir grasas saturadas derivadas de fuentes naturales como la carne menos magras o los lácteos, sin poner en peligro tu salud, ya que de este modo ayudarás a tu cuerpo a producir hormonas como la testosterona, que es esencial para la construcción de tejido muscular.
Consejos Útiles
Mayor Cantidad: Consume hasta un 30% de tus calorías de grasas de la dieta; el aumento de su consumo de grasa también ayudará a aumentar con mayor facilidad tus calorías en general, porque contiene más del doble de calorías por gramo que la misma cantidad de carbohidratos o proteínas (cada gramo de grasa contiene 9 calorías, mientras que cada gramo de carbohidratos y proteínas contiene sólo 4 calorías).
Más Equilibrio: si tiendes a ganar peso – y grasa -, debes consumir un poco menos de grasas que una persona con dificultades, para evitar ir demasiado alto en el recuento total de calorías; en su lugar, podrías probar 20% de las calorías totales de la grasa, con un 10% del total de calorías provenientes de grasas saturadas y el otro 10% proviene de fuentes de grasas saludables como el Omega-3 (grasas poliinsaturadas).
Mucha Variedad : Si has probado cortes muy bajos en grasa de la carne como el pollo y pechuga de pavo o atún, se puede probar las alternativas más grasas como las carnes vacunas o porcinas, y combinarlas con alimentos moderadamente grasos como el salmón o cortes magros de carnes rojas diversas o algunos otros tipos de fuentes naturales como los frutos secos, o aceites como los de coco o palma.