Como tratar el asma inducido por el ejercicio
La suplementación y tomar en cuenta ciertos protocolos al entrenar puede ayudar a obtener mejor resistencia
Si se llega primero a la fatiga cardiovascular antes de la fatiga muscular se puede tener lo que se conoce como asma inducido por ejercicio o EIA (siglas en inglés) que a veces es común entre los atletas, el EIA dificulta la capacidad para entrenar intensamente y puede progresar a través del tiempo; el entrenamiento sin embargo, no necesita parar, de hecho, si hay indicios de estar sufriendo de EIA, puede ser el momento para subir a un nivel superior con intervalos de HITT y tomarse cafeína. El asma inducido por ejercicio o EIA está definido según la Asociación Médica de Estados Unidos como un estrechamiento intermitente de las vías respiratorias, acompañada por una disminución en alguna medida de flujo de aire que causa que el individuo experimente una respiración sibilante, opresión en el pecho y tos. En términos más simples, los pulmones no pueden tomar suficiente oxígeno y exhalar suficiente dióxido de carbono.
Los síntomas son generalmente experimentados varios minutos después de la «actividad aeróbica», donde la respiración nasal normal se sustituye por una respiración bucal.
- Al recurrir a la boca para respirar, el aire que entra en los pulmones no es capaz de calentarse, ya que esto se logra a través de la nariz.
- El aire frío en los pulmones provoca un aumento en el flujo sanguíneo a la mucosa del árbol bronquial que conduce a un edema donde una acumulación en los vasos sanguíneos disminuye el flujo de aire hacia y desde los pulmones.
- Este flujo de aire restringido se traduce en una dificultad para respirar, sibilancia, opresión en el pecho, tos y/o exceso de mucosidad.
- Las vías respiratorias suelen volver a la normalidad dentro de una o dos horas después del entrenamiento.
Si se está experimentando cualquiera de estos síntomas o se nota un desfase entre el nivel de condición física y estado de fatiga lo mejor que se puede hacer es ver a un médico; recordando que la mayoría de los casos de EIA son tratados con el uso de broncodilatadores inhalados b2-agonistas (sopladores), pero también hay cosas que se puede hacer para enfrentarlo.
Contrariamente a la creencia popular, el EIA no es una excusa para abandonar las sesiones de ejercicios cardiovasculares.
De hecho, la investigación muestra que el entrenamiento de resistencia ayuda a reducir el riesgo de ataques de EIA, así que hay que dejar el ‘no puedo respirar «, y hacer de este un llamado para aumentar el calor, con intervalos de HITT; ahora vamos a analizar un ensayo que se realizó sobre el mismo:
- 29 jugadores de fútbol que exhibían síntomas de EIA fueron examinados por científicos en la Universidad Aristóteles en Salónica por un período de 8 semanas.
- La mitad de los jugadores de fútbol siguieron un programa específico que consistía en entrenamientos largos de intensidad moderada (50%-60%), la otra mitad siguió un programa HITT que alternaba periodos de entrenamientos de intensidad baja a moderada (50%-60%) con ráfagas cortas de alta intensidad (80%-90%).
- Al final del periodo de 8 semanas, los que participaron en el programa HITT experimentaron un aumento en la tolerancia al ejercicio y la resistencia global.
La investigación también mostró que la suplementación con 400 a 600 mg de cafeína antes de una sesión de ejercicios ayuda a reducir las posibilidades de ataques de EIA gracias a la ampliación de los bronquios, lo que permite un mejor flujo de aire, además de ayudar a enfrentar el EIA, también se sabe que la cafeína suprime el apetito, aumenta la tasa de lipólisis (descomposición de grasa en las células grasas), aumenta el metabolismo y la energía para una sesión de entrenamientos más larga y fuerte.
El EIA bajo control
Una vez que el arsenal de suplementos esté determinado, hay un par de cosas que se puede hacer para mantener el EIA bajo control.
- Mantener un régimen de entrenamiento adecuado y ejercitarse diariamente y esto ayudará a mantener la fuerza y aumentar la resistencia al tiempo que se reduce el riesgo de desencadenar ataques de EIA.
- Beber pequeñas cantidades de agua a lo largo de la sesión de ejercicios cardiovasculares o sesión HITT ayuda a mantener las vías respiratorias hidratadas y no permite que los músculos se aprieten.
- Hacer calentamiento y enfriamiento después de los ejercicios cardiovasculares de alta intensidad y los programas de entrenamiento con pesas.
- Calentar el aire antes de que ingrese en los pulmones mediante la concentración en la respiración adecuada (por la nariz y exhalando por la boca).
- Evitar hacer ejercicio en lugares que irrite los pulmones (áreas urbanas, o en otros lugares con altos niveles de contaminación del aire y alérgenicos o en ambientes fríos y/o secos).
Por lo tanto si se intensifica el entrenamiento cardiovascular con HITT; los pulmones lo agradecerán.
Cómo realizar el entrenamiento HITT
Se puede incorporar intensidad baja, moderada y alta a los intervalos mediante la ejecución de bloques de 3 minutos, por ejemplo:
- Rutina de entrenamiento con intervalos (se puede hacer en la bicicleta elíptica, o también en step mill)
- Calentamiento: intensidad moderada (50%-60%) 5 minutos
- Bloque de intervalos: 1 minuto de trote lento, 1 minuto corriendo a medias, 1 minuto corriendo a máxima velocidad.
- Repetir el bloque 5 veces.
- Caminar durante 5 minutos.