Beneficios de la ducha en el post-entrenamiento
Antes de entrar a ver los beneficios reales de las duchas frías, se puede decir que las duchas calientes son un lujo y no una necesidad; a lo largo de la historia humana, se utilizaba el agua que estaba a disposición, por ejemplo el agua de un lago con frecuencia pasaba a ser fría, pero los griegos al inventar los sistemas de calefacción para sus baños públicos en el siglo 1 AC, las cosas cambiaron, aunque siguieron usando el baño con agua fría, gracias a los beneficios para la salud.
Además de la higiene personal, eliminar las toxinas propias del entrenamiento, y alejar los microorganismos que encontramos en el gimnasio desde los accesorios, todo lo que tocamos, o eliminar la sudoración propia del cuerpo, hay cosas interesantes que podemos conocer sobre los beneficios de la ducha en el post-entrenamiento.
Las duchas frías queman grasa
Hay dos tipos de grasas en el cuerpo, la grasa blanca y la grasa parda o también llamada marrón; la grasa blanca es el malo de la película (piensa en el Guasón) y la grasa marrón es el bueno (piensa en Batman), y como tal la grasa blanca es la grasa corporal difícil de eliminarse, y la que causa estragos en nosotros.
La acumulación de la grasa blanca se produce cuando consumimos más calorías de lo que nuestro cuerpo necesita para funcionar y no quemamos esas calorías para obtener energía; de esa forma lo que consumimos se almacena en forma de grasa blanca, que tiende a acumularse en la cintura, la espalda baja, el cuello y los muslos. Por otro lado, la grasa marrón tiene como función generar calor para mantener el cuerpo caliente, y lo más importante, se activa con el frío extremo, quemando calorías para mantener el calor, y de esta manera producir ese efecto termogénico que nos ayuda a perder peso.
Las investigaciones escandinavas encontraron que la exposición a bajas temperaturas aumenta la tasa metabólica de la grasa marrón hasta quince veces, lo que podría ayudar a una persona a reducir su grasa corporal en aproximadamente 4-5 kg en un año, si mantiene un protocolo de baño en forma diaria.
Las duchas frías impulsan la recuperación
Los atletas suelen tomar baños de hielo después del entrenamiento vigoroso para reducir el dolor, y ya no hay tiempo para empezar a discutir porqué pasa esto, pero es el momento ideal para obtener un beneficio extra, pues el sistema nervioso central necesita de este estímulo para empezar un período de reparación de tejidos musculares, que genera hipertrofia mediante la activación de muchas vías metabólicas.
Cuando el agua fría se vierte por encima del cuerpo, la respiración se profundiza en respuesta al choque del frío (esto ocurre con el cuerpo tratando de mantener el calor mediante el aumento de la ingesta total de oxígeno); en este momento, el ritmo cardíaco también aumentará, lo que resulta en un fluído de sangre que pasará a través del cuerpo y que proveerá más energía y concentración, en caso de que el entrenamiento sea matinal, y si el entrenamiento es por la tarde, sentirse pleno y muy despejado al momento de vivir una noche serena antes de ir a la cama, logrando un verdadero sueño anabólico.
Las duchas frías fortalecen la inmunidad y la circulación
Las duchas frías aceleran la tasa metabólica, lo que favorece a perder grasa; el aumento de esta tasa activa el sistema inmunológico, que realiza la liberación de las células blancas de la sangre, combatiendo los virus que ayudarán a reducir la posibilidad de enfermarnos con menos frecuencia. Por otro lado incrementanla circulación sanguínea general, evitando la hipertensión y el endurecimiento de las arterias.
Estas dos cuestiones son de fundamental importancia en nuestra vida, y en el deporte esencialmente; el cuerpo necesita de procesos metabólicos tanto para entrenar, como para crecer; desde este punto de vista un sistema inmunológico fuerte, incrementa las posibilidades de obtener resultados asombrosos, y unas arterias sanas, permiten un mayor y mejor bombeo de sangre a los músculos, y por supuesto, un mejor crecimiento.
Las duchas frías proveen un pelo sano y una piel atractiva
Además de impactar sobre la grasa, las duchas de agua fría pueden ayudar a reducir la aparición del molestoso acné comprimiendo las cutículas y los poros evitando que se obstruyan, mientras que el agua caliente seca la piel, reduciendo las posibilidades de tener mayor circulación y una mejor textura de la piel.
También se puede utilizar las duchas frías para el brillo del pelo, dejándolo más atractivo; el agua fría cerrará la cutícula, evitando que la suciedad pueda acumularse en el cuero cabelludo.
Fuentes
- Life Hack Reviews: Surprising benefits cold showers
- Female First Articles: Health benefits of showering after exercise
