Azúcar y depresión
Una de las teorías menos estudiadas pero concluyente, es que muchas personas que sufren de depresión crónica severa y ansiedad son alérgicas al azúcar y alimentos como la harina blanca que el cuerpo humano procesa como el azúcar.
La mayoría de los medicamentos antidepresivos funcionan aumentando los niveles cerebrales del neurotransmisor de la «felicidad», la serotonina; cuando te estás sintiendo decaído y disfrutas de los alimentos con un alto contenido de azúcar, es en realidad una automedicación. Comer azúcares refinados, harina blanca y otros carbohidratos procesados ofrece un aumento más rápido de serotonina.
Sin embargo, este feliz ascenso es de corta duración, dándose por sólo una o dos horas antes de estrellarse; una estrategia a largo plazo para aumentar la serotonina inteligentemente es comer carbohidratos saludables; curiosamente, cuando carbohidratos y proteínas se comen juntos, la presencia de proteínas bloquea la síntesis de serotonina.
Lo importante es aprender cómo consumir carbohidratos estratégicamente para frenar la depresión porque la evidencia es clara; existe una fuerte correlación entre el consumo de azúcar y la depresión.
El azúcar aumenta la inflamación del cerebro
El consenso médico es que la depresión es causada por la falta de dos sustancias químicas del cerebro que se sienten bien, principalmente la serotonina y a veces la dopamina; millones de personas reciben antidepresivos basados en este modelo de depresión, sin embargo, otra teoría prometedora está emergiendo, el «modelo de la citoquina sobre la depresión»
Las células de grasa resistentes a la insulina que añades cuando comes demasiado azúcar producen mensajes inflamatorios desagradables (citosinas inflamatorias), propagando el daño al cerebro. De hecho, los investigadores han sugerido llamar a la depresión «síndrome metabólico de tipo II», porque en lugar de acumular la grasa del vientre, también añade grasa en el cerebro lo que al final causa la depresión.
El fundamento de esta teoría es que la inflamación del cerebro es la causa de la depresión; las citoquinas son mensajeras del sistema inmunológico que regulan la inflamación. Anteriormente se ha demostrado que las citoquinas inflamatorias se han relacionado con la depresión, la ansiedad, la pérdida de memoria, la niebla cerebral, la incapacidad para concentración, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, los accidentes cerebrovasculares y el Alzheimer.
Actualmente, los antidepresivos más populares son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que se cree que funcionan aumentando los niveles de serotonina.
Consejos para eludir la depresión
- Mantén un diario de alimentos; el registro te permitirá estar en relación con tu cuerpo, recordándote la conexión entre lo que comes y cómo te sientes.
- Regula tu nivel de azúcar en la sangre, en forma firme y clara desde el propio desayuno, las tres comidas a intervalos regulares, consumiendo alimentos marrones (granos enteros, habas, patatas y raíces), alimentos verdes (brócolis, espinacas y otras verduras verdes), y alimentos amarillas (calabaza y otras verduras amarillas), siempre seleccionando alimentos con menos azúcar y más fibra.
- Mejora tu nivel de serotonina comiendo proteínas en cada comida; asegúrate de que suficiente triptófano está nadando en tu sangre. Añade a tus alimentos, carbohidratos complejos (sin proteínas) tres horas después de tu comida de proteína, para impulsar el triptófano en tu cerebro; la papa al horno como es una opción interesante.
- Eleva tu nivel de beta-endorfina reduciendo o eliminando los azúcares y productos blancos; realiza cambios en tu vida para mejorar tu forma de vida (haz meditación, ejercicio, música, orgasmo, yoga, meditación o alguna actividad oriental) que evocan o apoyan la producción de tu propia beta-endorfina de manera constante y consistente.
Fuente
- World of Psychology: Why Sugar Is Dangerous To Depression