A la velocidad de la luz
Cuánto más rápido funcione el metabolismo, más calorías se despacha
En este momento, la persona tiene dentro de sí un personal trainer trabajando para quemar calorías y despachar las grasas, se trata del metabolismo. Cada vez que se come, las enzimas entran en acción para romper los alimentos y transformarlos en la energía utilizada para mantener el corazón bombeando, la mente pensando y las piernas trabajando durante una serie hardcore en el gimnasio. Cuánto más veloz sea el metabolismo, más calorías se detona. Y cuanto mayor es la quema de calorías, más fácil perder esos kilos indeseados.
Nuestro organismo reacciona a una velocidad metabólica determinada por la genética, pero todavía hay margen de maniobras. “Se ejerce una gran parte de control sobre la tasa metabólica”, según el americano John Berardi, autor de The Metabolism Advantage. “Es posible quemar entre 500 y 600 calorías extras por día con ejercicios y la alimentación correcta.”
Al Despertarse
Tomar desayuno.
Durante el día, el desayuno repone las energías perdidas durante el sueño, suministrando subsidios para empezar el día y normalizando el metabolismo tras el periodo en ayuno. Un estudio del periódico American Journal of Epidemiology demostró que los voluntarios que se pasaban el desayuno tenían 4,5 veces más oportunidad de tener sobrepeso en comparación con la persona que lo hacía regularmente.
Es recomendable consumir un mix de proteína magra con carbohidratos complejos y grasas saludables. Esta combinación promueve una digestión lenta, que resulta en saciedad. Además, se puede aprovechar los alimentos integrales, que poseen más fibras y acción antioxidante.
- Coma 1/2 papaya con 1 cuchara (sopera) de salvado de linaza dorada y 1 cucharada (sopera) de copos de avena.
- También se lo puede combinar con 1 yogur desnatado con fresas o melón, 1 rebanada de pan integral light, 1 feta de queso blanco
- Y como proteína; 2 de pechuga de pavo o pechuga de pollo en ciertos días.
En el Trabajo
Comer proteína en todas las comidas. La misma ayudará a mantener los músculos, que queman más calorías que las grasa.
- En cada comida, consumir lo equivalente a 120 g de pecho de pollo o 5 petas de pechuga de pavo, 1 feta de queso blanco.
- Beber té verde: consumir de 2 a 4 tazas por día aniquila 50 calorías diarias. Hacerlo así dejar el agua hervir hasta poco antes de la ebullición y poner las hojas de té, dejándolas por 5 a 10 minutos (para cada 250 ml del agua, añadir 2 cucharas de té de la hierba). Almacenar en la nevera por hasta 24 horas, sin calentarlo para beber, pues los antioxidantes pueden perderse.
- Quedarse sin comer por mucho tiempo desacelera el metabolismo. Para evitar que esto es necesario consumir una comida pequeña cada 3 horas, esto hará que el metabolismo se acelere, ayudando a elminar las incómodas acomulaciones de grasa.
En el supermercado
- Seleccionar los alimentos orgánicos. Investigaciones en Canadá encontraron que los alimentos con organoclorados (sustancias presentes en los pesticidas) que, almacenados en las células de grasa, afectan las mitocondrias y la tireoides. “Eso disminuye el metabolismo”, según los expertos.
- Poner fuego a la dieta: La capsaicina, compuesto que está en las pimientas, lleva el fuego al metabolismo. Es por ello que si se ingiere 1 cucharadita de pimienta roja o verde por día impulsa la producción de calor y la actividad del sistema nervioso simpático (que repone el organismo en caso de estrés). Resultado: un salto provisional de 23% el metabolismo.
- La pérdida de hierro en la menstruación puede ser una ancla para el metabolismo en caso de las mujeres, porque el mineral lleva oxígeno a los músculos. Consumir cereales fortificados con hierro, además de frijol, espinaca y brócoli es una opción que no se debe dejar pasar.
En el gimnasio
- Reducir el descanso: usar carga mayor y disminuir el intervalo de descanso a 30 segundos. Si se corre, pedalea o nada, acelerar la marcha con 8 segundos; y tras el esfuerzo, desacelerar por 12 segundos. Evolucionar hasta completar diez ciclos en 20 minutos.
- Se sugiere también abandonar los hábitos sedentarios; caminar hace bien y mover el cuerpo también: realizar por ejemplo como ejercicio complementario una abertura de brazos lateralmente como si se estuviese haciendo hombros, por lo menos 3 series de 30 a 50 movimientos ayudaría también a tener una figura proporcional sobre todo en la parte superior del cuerpo.
- Ir despacio: Al hacer musculación, contar hasta 3 antes de volver con el peso a la posición inicial. Retardar el movimiento aumenta el desgaste del tejido muscular; y el proceso de reparación turbina el metabolismo por 72 horas tras el entrenamiento. Pero no se vale coger ligero; es necesario usar una carga pesada que se pueda aguantar para esforzarse con pocas repeticiones.
De vuelta para casa
- Los alimentos amigos como el salmón, atún y sardina están cargados de Omega-3 y aumentan la saciedad. Una comida con 100 g de salmón por día suple en 90% la necesidad de vitamina D, que estimula la absorción de calcio en el intestino. En cambio, el calcio atenúa el aumento de placas de grasas.
- Parar con el alcohol: tomar dos copetines de bebida destilada, dos copas de vino o dos vasos de cerveza reduce la quema de grasas en 73%. Investigaciones de la Universidad de California, en EE UU, apuntan que esto ocurre porque el hígado convierte alcohol en acetato y lo utiliza como combustible, en vez de la grasa.
- Ir a la cama temprano. Cuando se duerme menos de lo que se necesita, se desperdicia dosis de las hormonas leptina y grelina, que regulan el uso de energía y el apetito.