Una manera inteligente de nutrir los cartílagos

Publicado el 7 febrero, 2013 | Health

Al usar los ácidos grasos se puede obtener más de un beneficio concreto dentro del entrenamiento

El miristoleato de cetilo es el nombre relacionado al cis-9-miristoleato de cetilo que fue descubierto en 1972 por el investigador de la National Institutes of Health, el Dr Harry Diehl cuando probaba fármacos anti-inflamatorios en animales; para los experimentos de este científico se inducía a los animales a tener artritis con ayuda de una bacteria llamada adyuvante de Freund, que en los roedores albinos no producía la anomalía concluyéndose que el miristoleato de cetilo que está presente en este tipo de animales era el factor determinante para protegerlos de la artritis.

Los mejores suplementos del mundo que contienen el ácido graso natural (miristoleato de cetilo) sirve para lubricar las articulaciones y promover la función de las articulaciones móviles; pero la ciencia y la tecnología se unieron para proveer a los culturistas de fórmulas impresionantes como novedosas que mejoran las molestias en las articulaciones tras el entrenamiento intenso, además de proteger al sistema músculo-esquelético con el paso de la edad proveyendo nutrientes de calidad para mantener el fluído lubricante natural tanto en las articulaciones y en los cartílagos.

Después de muchos años de investigación, la ciencia pone un especial interés en el miristoleato de cetilo no solo en la prevención de la artritis, también otros tipos como la artritis reumatoidal, la osteoartritis, el síndrome de Reiter, y la espondilitis anquilosante, además este tipo de ácido graso puede ayudar a tratar enfermedades en las que el cuerpo se ataca (enfermedades autoinmunes) como el síndrome de Sjogren, el Lupus eritematoso sistémico, o la esclerosis múltiple.

Algunas personas utilizan de cierta manera los ácidos grasos para tratar la psoriasis, la fibromialgia, el enfisema, la hiperplasia prostática benigna, la enfermedad de mama de silicona, los diversos tipos de dolor de espalda, hasta la leucemia y otros cánceres, y una enfermedad que implica la inflamación de los vasos sanguíneos llamada síndrome de Behcet.

Pero al hablar de los ácidos grasos en general, y en específico del miristoleato de cetilo, vemos que lubrica efectivamente las articulaciones y los músculos, suaviza los tejidos, y aumenta la flexibilidad, mientras que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación.

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