La verdad sobre los frutos secos
A pesar de ser ricos en calorías, no parecen influenciar en el peso corporal de forma negativa
Muchas personas, especialmente las más fanáticas del fitness y de las dietas evitan los frutos secos porque son ricos en calorias y creen que los mismos engordan, estamos hablando de las nueces, almendras, avellanas, castañas, piñones o frutos deshidratados como las pasas; los frutos secos son un tipo de alimento un poco extraño en términos nutricionales, ya que por un lado la mayoría son bastante nutritivos, proporcionan una cantidad decente de proteína y aunque a veces sean ricos en grasa, esa grasa es generalmente del tipo saludable.
También son ricos en fibra, son una buena fuente de magnesio, selenio, vitamina E, y folato; las investigaciones realizadas hasta hoy indican que pueden contener fitoquímicos benéficos para el ser humano y las dietas que incluyen frutos secos también proporcionan una mejoría del perfil lipídico; por otro lado son calóricos (la nuez contiene 650 calorías por 100 gramos) y esto puede hacer que en casos de exageración, se gane el peso indeseado.
A pesar de esto, las investigaciones realizadas hasta hoy indican que los frutos secos no influencian en el peso corporal de forma negativa; es decir, varios estudios indican que la adición de una pequeña cantidad de almendras, nueces o castañas a una dieta tiene un impacto muy pequeño o hasta ningún impacto en el peso corporal a pesar del aumento de las calorías.
Las vías metabólicas
La saciedad: Los frutos secos parecen aumentar la sensación de saciedad y las calorias extra de los frutos secos parecen ser compensadas más tarde a lo largo del día; la ciencia sugiere que las calorías derivadas de los mismos resulta en una disminución espontánea de la ingesta de comida a lo largo del día, y de esta forma el número total de calorías a finales del día permanece idéntico.
El aumento del gasto energético: Se realizaron algunas investigaciones para identificar un aumento en el gasto energético derivado del consumo de frutos secos, pudiendose demostrar positivamente esta hipótesis; este incremento podría ser debido al contenido de proteínas (tiene el mayor efecto termogénico de varios macronutrientes), debido a su perfil de ácidos grasos, o ambos.
Más perdida de energía fecal: El consumo de frutos secos provoca un aumento de la pérdida de energía a través de las heces; es decir, una determinada proporción (un aumento aprox del 7%) de las calorías ingeridas, son excretadas sin haber sido absorvidas por el organismo y es probable que esto se deba a su contenido de fibra o a algún otro compuesto que reduce la capacidad de digestión o absorción del sistema digestivo.
Todo está perfecto, pero de cualquier forma, esto no significa que se puede comer todos los frutos secos que se desee y esperar que no influencie en el peso; por tanto, es recomendable incluirlos en cantidad moderada y variedad en la dieta, tomando en cuenta las calorías de cada puñado.