La Endonutrición

Publicado el 8 mayo, 2014 | Research

Nuestro Coach PRO Edgar Morilla en un Seminario para recordar

La endonutrición es pasar la nutrición a las señales fisiológicas, sin tomar en cuenta las recomendaciones externas, pero esto no significa coger una hoja de ruta, sino establecer por un feedback interior, las necesidades personales de acuerdo a cada objetivo; por ejemplo, muchas veces una persona dice que no tiene sed, pero lo real es que no se está reconociendo el sentimiento de beber, y porque pasa esto, porque la persona no es endopercetiva. En general no nos preguntamos como estamos, que nos hace falta, y empezamos a sufrir algunos problemas porque no abastecemos las necesidades fisiológicas, y la homeostasis al darse cuenta que le falta algo que no se le proporciona, crea un equilibrio y hace un efecto rebote; en realidad, cualquier cosa que se le de al cuerpo, éste lo equilibrará en sentido contrario, por ejemplo si no se le provee agua, entonces la retendrá, y si no se le da comida, lo que hará es ahorrarla probablemente.

Es por ello, que muchas teorías restrictivas, crean lo contrario, como la persona que hace dieta y dice que cada vez más le cuesta bajar, y esto pasa que está tan carente, que la homeostasis está muy agredida, y se pone en modo «ahorro», entonces todo lo que se coma, aunque sea un poco, va a empezar a engordar a esa persona, porque la quema de calorías se relantiza, por eso no resulta fácil el cómputo de sumar y restar calorías, no es tan sencillo.

Las señales fisiológicas entonces, nos indican cuando y cuanto beber, y ser endoperceptivo significa ocuparse de estas necesidades, significa tener siempre agua a mano, para no tardar cuando aparece la sed, o significa que no se debe tener mucho estrés, porque si se tiene estrés, la persona se olvida de que tiene sed; si la persona vive serena y con bajos niveles de estrés, entonces las señales fisiológicas serán más claras.

En relación a apetito, Edgar Morilla nos habla de que el hambre nos indica cuando el cuerpo está permeable, y está fisiológicamente y enzimáticamente preparado para comer y asimilarlo correctamente; en realidad no hay dietas que tienen en cuenta este detalle, pues entonces, la última tendencia y los coach profesionales empezaron a estudiar lo que se llama modelo de alimentación por demanda.

Al nacer un bebe come cuando tiene hambre, pero después le cambian sus necesidades fisiológicas a la comodidad de los padres o la madre, modificando el esquema natural, hasta alterarlas totalmente, y esto es uno de los motivos junto con las creencias, de que nos cueste tanto cosas tan evidentes como comer cuando se tenga apetito o entender cuando tengamos que comer.

El hambre nos da parámetros muy importantes, porque hay una ciencia que todos sabemos, llamada el timing, que es el momento en el que un nutriente, es más efectivo que en otro; todos estamos obsesivos con el pre y el post-entreno, y normalmente todo lo que planificamos son creencias, porque por ejemplo en el desayuno comemos menos para estar saciados, sin embargo en el almuerzo comemos más para el mismo efecto, y como nada tiene que estar racionalizado a los demás, lo mejor es el timing personal.

La experiencia de Edgar es que come hasta estar saciado, no hasta estar lleno, pero solo él define sus tiempos y cuando comer, sin seguir un parámetro establecido por los científicos o los mejores instructores de culturismo y fitness; lo que determina entonces, la necesidad real, es el nivel de hambre en ciertas horas del día, dependiendo de los factores fisiológicos.

Otra señal importante es la apetencia, que no es lo mismo que hambre, pues nos ayuda a decidir que alimentos comer en que circunstancias, y no estamos lejos del placer gustativo; por ejemplo, las embarazadas tienen un antojo, pero en realidad el cuerpo les pide un nutriente deficiario que forma parte de ese alimento, como el chocolate que tiene magnesio, flavonoides, y otros componentes que son antidepresivos en un momento que se requiere de ellos, o la apetencia de fresas que indica que se necesita de vitamina C, necesaria para la formación del feto.

Muchas veces se confunde la apetencia real con el hambre emocional, y este el punto crítico para controlar las sensaciones, pues uno se estimula para satisfacer sus emociones y no su cuerpo.


 Edgar Morilla

 

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