Los avances históricos de la nutrición deportiva
Como se inició todo con la proteína de suero, la creatina, los BCAA's, los aminoácidos, la vitamina, y los ácidos grasos
Cuando miramos hacia atrás en la historia de la nutrición y como ha evolucionado, hay algunos descubrimientos clave que han dado forma al círculo o la industria de la nutrición deportiva tal como la conocemos hoy en día; aunque esta lista podría ser mucho más larga, presentamos desde MASmusculo.com, como líder europeo en suplementación, los cinco descubrimientos más impactantes de la historia, y que modificó rotundamente la forma de ver las cosas.
La Proteína de Suero
El suero es un subproducto de la fabricación del queso y se ha utilizado durante más de 24 siglos como una medicina que promueve la salud y de prevención; el médico griego Hipócrates aconsejaba a sus pacientes consumir suero de leche para ayudar a combatir una variedad de dolencias y ya en el periodo de 446 a 337 antes de Cristo. Después de Hipócrates, se introdujo por primera vez en el mundo al suero de leche dentro del consumo humano, principalmente en el continente europeo, tanto por sus propiedades curativas e inclusive como un alimento polifuncional para los guerreros, o los cazadores.
La proteína del suero se ha convertido en un tema básico en cualquier discusión sobre la nutrición deportiva y se considera un complemento esencial para un óptimo crecimiento muscular, pérdida de grasa, la fuerza, el poder y el rendimiento. La proteína de suero contiene generalmente una mayor concentración de aminoácidos esenciales que otras fuentes de proteínas y típicamente contiene 24% de aminoácidos de cadena ramificada.
La proteína de suero es también una fuente de gamma-glutamilcisteína, un precursor del glutatión, que actúa como uno de más potentes antioxidantes intracelulares del cuerpo; no hay duda de que la proteína de suero de leche es uno de los mayores descubrimientos en la historia de la nutrición deportiva, y también pasa a ser uno de los descubrimientos más antiguos.
La Creatina
El científico francés Michel Eugène Chevreul descubrió la creatina en 1832, indentificándola como un componente de los músculos esqueléticos; el denominó a la sustancia creatina como «kreas», la palabra griega para la carne. Los informes sobre los beneficios de la suplementación con creatina en el rendimiento deportivo comenzaron a aparecer a principios de 1990, y poco después, se llevaron a cabo un gran número de ensayos clínicos en humanos normales y en atletas profesionales.
La creatina se conviertó fácilmente a un suplemento biodisponible en 1993 cuando los fundadores de la empresa de nutrición deportiva EAS, Anthony Almada y Ed Byrd, lo introdujeron al mercado; recordemos que la creatina se produce naturalmente en el cuerpo de los vertebrados, y su función principal es suministrar energía a las células en el cuerpo, con sus principales efectos sobre las células cerebrales y musculares.
En sí, la creatina, aumenta directamente el trifosfato de adenosina (ATP) en los músculos y permite una mayor capacidad de trabajo. Si estamos hablando específicamente acerca de la nutrición deportiva y el rendimiento, designamos a la creatina como el descubrimiento más impactante en la nutrición deportiva.
Los Aminoácidos de Cadena Ramificada (BCAA’s)
En 1818, la leucina fue descubierta por primera vez en el queso por el químico francés Joseph L. Proust; en 1901, la valina fue descubiertoa por el químico alemán Hermann Emil Fischer Louis, mientras que la hidrólisis de la caseína, la tercer componente de los BCAA’s, la isoleucina, fue descubierta poco después, en 1903, por el químico alemán Felix Ehrlich, aislándose por primera vez de la fibrina, que es una proteína implicada en la coagulación de la sangre.
Se necesitan los BCAA’s para que el cuerpo funcione correctamente, y por ello siendo uno de los suplementos deportivos más populares; los BCAA’s desempeñan un papel clave en la síntesis de proteínas (también conocido como el crecimiento muscular), y también tienen un impacto en la producción de energía muscular y la función cognitiva.
Innumerables estudios científicos han confirmado los efectos increíblemente poderosos que los BCAA’s tienen en la salud humana y el rendimiento; estos tres aminoácidos esenciales representan aproximadamente un 1/3 del músculo esquelético en el cuerpo humano y hasta el 35% a 40% de todos los aminoácidos esenciales en las proteínas corporales.
La Vitamina C
Para algunas personas, la vitamina C puede no parecer un gran avance en la nutrición deportiva, pero nadie puede poner en duda el impacto que ha tenido el descubrimiento de la vitamina C en la salud humana y la nutrición; en 1928, el fisiólogo húngaro Albert Szent-Györgyi aisló una sustancia de las glándulas suprarrenales que llamó ácido hexurónico, cuatro años más tarde, el bioquímico y pionero nutricional americano Charles Glen King aisló la vitamina C en su laboratorio y concluyó que no era lo mismo que el ácido hexurónico.
Aunque el descubrimiento de la vitamina C fue el resultado de la investigación que se llevó a cabo en el escorbuto, hoy en día es más conocido por sus efectos como antioxidantes y su papel en el mantenimiento de una buena función inmune; de hecho, es el suplemento de la vitamina soluble en agua que más se consume en el mundo.
La vitamina C tiene un papel en varias funciones fisiológicas en el cuerpo; está implicada en el metabolismo de la tirosina y es un cofactor en la síntesis de carnitina, la tiroxina, norepinefrina, dopamina, y el triptófano. La vitamina C también ayuda en diversos procesos metabólicos, incluyendo la respiración celular, el metabolismo de carbohidratos, la síntesis de lípidos y proteínas, el catabolismo del colesterol en ácidos biliares, y el metabolismo de hierro; en fin, con la amplia gama de beneficios que la vitamina C proporciona, sin duda es uno de los mayores descubrimientos dentro del mundo de la nutrición.
Los Ácidos Grasos Esenciales (AGE)
A principios del 1900, la grasa dietética fue simplemente vista como una fuente de calorías con beneficios mínimos aparte de ser una fuente de energía densa, sin embargo, en 1929, el bioquímico estadounidense George Burr, con la ayuda de su esposa, Mildred, cambió la forma en que la comunidad científica vería para siemper a la grasa dentro de la dieta humana.
Los científicos descubrieron la esencialidad de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga durante sus trabajos y la investigación en la Universidad de Minnesota Medical School; desde entonces, y aún al día de hoy, la ciencia continúa estudiando la relación de ácidos grasos poliinsaturados para la salud humana, pues los ácidos grasos esenciales (AGE) tienen una multitud de funciones en el cuerpo, y los humanos simplemente no pueden funcionar adecuadamente sin ellos.
Aunque esto puede no parecer el descubrimiento más emocionante en la nutrición deportiva, sin duda ha sido muy impactante.