El sobre-entrenamiento en su amplia expresión
Conociendo sus síntomas y consejos para tratar uno de los problemas más conocidos
En cierta medida, el ejercicio físico provoca varios cambios metabólicos, fisiológicos, psicológicos y musculares que mejoran la calidad de vida del individuo, sin embargo, a la inversa, el exceso puede causar una enfermedad que hace que el organismo esté realmente cansado, desanimado, fatigado, e inapetente, además de susceptible a las lesiones, y definitivamente hace renunciar a cualquier tipo de entrenamiento, esfuerzo físico, e inclusive seguir un plan dietario para proteger la salud.
El sobre-entrenamiento significa una sobrecarga o exceso de estimulación; un aumento muy rápido en el número o la intensidad de las sesiones de entrenamiento, ejercicios forzados con movimientos difíciles, métodos de formación unilaterales o muy intensos, un tiempo de recuperación insuficiente, tomando en cuenta la mala nutrición y otros trastornos como los malos hábitos, el alcohol, las drogas o fumar.
El sobre-entrenamiento fue durante la historia del deporte, un factor negativo sólo de los atletas profesionales y amateur, pero actualmente, el culto al cuerpo perfecto está desarrollando esta enfermedad en casi todos los gimnasios del mundo, sobre todo en verano, cuando muchas personas hacen dietas hipocalóricas y pasan horas en el gimnasio, con la dulce ilusión de que la voluntad por tener músculos tonificados, puedan dar resultados rápidos.
Esta obseción por la búsqueda de un cuerpo fantástico a lo que dé lugar, termina produciendo un cuerpo enfermo y una mente descontrolada, inhibiendo cualquier posibilidad de llegar a la meta deseada. En fin, un entreno excesivo puede distinguirse entre el sobre-entrenamiento simpacticotónico (basedovoid), y el sobre-entrenamiento parasimpacticotónico (adinosonoideo)
El sobre-entrenamiento simpaticotónico
Se caracteriza por el predominio de los procesos de estimulación y actividad motora intensa; las actividades de recuperación (cargas) es insuficiente y tardía, siendo diagnostico con facilidad porque el individuo se siente enfermo y con varios síntomas característicos.
La susceptibilidad a la fatiga, la excitación, trastornos del sueño, falta de apetito, pérdida de peso, tendencia a sudar, sudoración nocturna y las manos sudorosas, ojeras y piel pálida, dolores de cabeza frecuentes, taquicardias, cambios en la presión arterial, la frecuencia cardiaca en reposo superior, el aumento del metabolismo, el ligero aumento de la temperatura del cuerpo, el comportamiento habitual de la presión arterial, la hipersensibilidad sensorial (sobre todo acústica), la falta de coordinación de los movimientos, reducción del tiempo de reacción, reacciones equivocadas, temblores, recuperación retardada, inquietud interna, estimulación rápida, excitación, o depresión, son solo algunos de los síntomas que nos dice que estamos sobre-entrenados.
Tratamiento
El sobreentrenamiento consiste en una gran reducción del entrenamiento específico; pero trabajando en otras rutinas de resistencia básica como la natación, la relajación en entornos cambiantes, los masajes, los baños de variación de temperatura, el sauna, el ciclismo, los paseos al aire libre caminando o corriendo, y por supuesto retomar la armonía en el hogar y en el trabajo, sin dejarse vencer por cualquier problema o situación estresante.
Es ideal consumir alimentos enriquecidos con multivitaminas (A, B, C), 2g / kg de peso de proteínas, usar sedantes naturales como la valeriana y los tés de manzanilla/tilo, y algunos extractos relajantes como la pasiflora. Por supuesto que los suplementos específicos para recuperación completa no pueden faltar.
Si se lo trata adecuadamente, puede ser resuelto en 2-3 semanas, y mientras se coge esa energía positiva del cuerpo y la mente para volver a entrenar pero con una debida planificación periodizada y con un progreso lento en intensidad, para evitar la recaída.
El sobre-entrenamiento parasimpacticotónico
Se caracteriza por el predominio de los procesos de inhibición, la debilidad física y la falta de actividad motora; el individuo no está en condiciones de movilizar su energía para participar en una competición o realización de ejercicios de alta intensidad como antes de ese estado. Esta forma de sobre-entrenamiento es más difícil de reconocer, ya que cuando está en reposo no presenta ningún síntoma, pues los mismos aparecen en silencio y de forma inesperada.
La fatiga leve (anormal), la inhibición, la falta de trastornos del sueño, el apetito normal, y los síntomas normales sin dolores de cabeza, de modificaciones en el metabolismo, la presión arterial alta durante y después de los entrenos intensos, la dificultad para respirar, la baja coordinación de movimientos, el tiempo de reacción normal o más acelerado, una buena capacidad de recuperación, y un humor normal, pueden sentirse pero el cuerpo también se encuentra en este tipo de sobre-entrenamiento.
Según los especialistas, ambas formas de exceso de sobre-entrenamiento deben ser evaluados y supervisados por un especialista; siendo algo interesante de aplicar, la eliminación o reducción de los factores sociales y biológicos que favorecen la aparición de uno u otro tipo de sobre-entrenamiento.
Tratamiento
Se debe optar por la reducción en el volumen de entrenamiento, alternancia intervalos en los mismos, intensos y de calentamiento, mezclados con actividades como el crossfit, los sprints suaves, los paseos por el mar o bajo sol, los masajes, chorros de agua alternados en baños de sauna y baños de ducha fría, y alguna psicoterapia para reactivar el sistema neuromuscular.
Es interesante consumir ácidos grasos, multivitamínicos y batidos de proteínas, sin cafeína, además de tés negros, verdes y de algún extracto natural sedativo.
Según los expertos, requiere de varias semanas o meses para ser curado; para después pasar a una etapa de reanudación de entrenos donde se debe alcanzar la carga con un valor inicial (antes de la interrupción por el sobre-entrenamiento), y en un aproximado de tiempo de 6 semanas, volver a intensificar la rutina, siempre bajo un plan de progresión mínima por cada día.
