¿Cuales son nuestros manjares navideños?
Durante las fiestas de fin de año, los españoles sabemos compartir, porque desde siempre, desde que nuestros abuelos nos acompañaban, no había excusas para reunirnos alrededor de la mesa para disfrutar de nuestros manjares navideños.
En cada rincón de la península, la gastronomía local es más que costumbres o tradicionales, representando el sentir de cada uno de nosotros en cada plato, en cada copa o en cada detalle que forma parte de las festividades propias, que se inician en Nochebuena y culminan después del paso de los Reyes Magos.
¿Que podemos encontrar en cada provincia?
En Asturias, los embutidos y los quesos son el centro de atención para las entradas, sin embargo las recetas con carge guisada se combinan con esos pitus rellenos de caleya o jamones con miel, además de esos postres famosos como los casadielles que dan que hablar en todos los pueblos, aunque hay quienes disfrutan de sus merluzas propias de las zonas costeras.
En Aragón los manjares navideños son diversos, pero los platos más populares son o el ternasco o el bacalao ajoarriero, sin embargo entre las entradas, el que lleva la delantera son los huevos rellenos con azafrán y entre los postres, además de los mazapanes propios de los aragoneses, se disfruta también de los guirlaches, las frutas confitadas o las almendras en miel, además del típico roscón de reyes.
En Andalucía, en ciertas zonas del interior las carnes de caza llevan la delantera, de las cuales se hacen guisos o cazuelas deliciosas, sin embargo en las zonas costeras no faltan nunca ni los mariscos ni los pescados en diversas variedades; las entradas sin embargo se presentan con aceitunas y jamones de jabugo, con otros condimentos especiales y, para después de cenar o esas tardes frías, los panes de Cádiz, los polvorones o los pestiños son parte los manjares navideños andaluzos.
En Madrid sin embargo, el consomé es la figura así como la lombarda con tocino y, aunque muchos salen a compartir en restaurantes y otros sitios, quizás el besugo al horno o el cordero son los platos típicos que ganan preponderancia, así como los churros entre los postres preferidos por grandes y chicos.
En Cataluña ganan las aves; tanto el pavo como el capón relleno, acompañados de canelones se sirven posterior a alguna escudella de Nadal o las famosas sopas de galets; entre los postres los catalanes prefieren entre sus manjares navideños a los turrores y las neules acompañados siempre de la cava catalana.
En Valencia, los cocidos siempre están presentes; esas pelotas de carne que se cocinan por horas forman parte de las sabrosas sopas de verduras y carne que son más que una tradición en cada pueblo valenciano. Si bien algunos prefieren los mariscos o pescados, los cocidos toman la delantera y de postre encajan los turrones en diferentes versiones.
En Galicia los mariscos son parte de las entradas, ya sea como tapas en platos preparados con detalles navideños, sin embargo el bacalao con coliflor o el pollo asado son parte de los manjares navideños que suelen se parte de las mesas gallegas, acompañados de algunos dulces como las filloas, para culminar la nochebuena.
En Extremadura siguen los contrastes; a todos les gusta disfrutar de embutidos y jamones o, el ajoblanco extremeño antes de pasar a la cena navideña; los platos principales se centran en recetas ancestrales a base de carne y torta del casar o pimentones de la vera y, al culminar la noche no faltan en los hogares de estas tierras unas que otras empanadillas dulces.
En País Vasco la merluza a la koskera es la receta líder durante la cena navideña, pero es mucho más que merluza porque lleva verduras como tomates, cebolla, espárragos, puerros y laurel, combinado con almejas y pescados propios de la costa vasca. Entre los postres, los vascos poseen lo suyo y sí que son deliciosos como la sopa dulce de nueces, la compota navideña o la famosa intxaur saltsa.
En Canarias la gente es un poco más humilde, sin embargo esto no significa que dejen de disfrutar de sus manjares navideños como el sancocho que es uno de los platos típicos que se consumen posterior a unas papas arrugadas con mojo picón o un rancho canario. Entre los postres, los canarios disfrutan de sus plátanos ya sea en un pastel de gofio con vainilla, los chafarreños o el soufflé de gofio.
En Cantabria la noche termina con postres hojaldrados, con tartas o leche frita o con alguna quesada pasiega, después de disfrutar de carnes y/o pollos estofados o algún que otro plato con pescados como la lubina, el besugo o el rodaballo que se mezclan perfectamente con entradas como un caldo de carne o gallina y algunos caracoles a la montañesa, quesos y anchoas con sus sabores bien marcados.
En Murcia son más orgánicos; la huerta con sus ingredientes naturales forman parte de los manjares navideños, los cuales se añaden tanto a los platos principales como las entradas, sean potajes o cocidos preparados con mucho cariño. Entre los postres no faltan las tortas de cítricos y anís, entre otros con ese toque árabe muy típico de la región.
En Castilla y León sí que disfrutan de los manjares navideños; los asados sean de carnes rojas o de cochinillos se mezclan con algunas ensaladas y algún que otro platillo de entrada y para cerrar la noche, se ponen a disposición de los comensales, las famosas yemas de Santa Teteresa o los mantecados de Soria, que nunca de estar.
En Castilla La Mancha los quesos, siempre los quesos, así como la carcamusa toledana o el pisto manchego son parte de las tradiciones al final del año, los cuales acompañarán a una cena que suele hacerse con cochinillo. En esta región los postres son más variados, desde las flores fritas, los mantecados de anís, los mazapanes, las almendras garrapiñadas o los bizcochos borracho.
En La Rioja los cardos son el centro de atención en las entradas, ya sean blancos o rosados se combinan con frutos secos como las almendras o nueces para ser parte de una cena que suele acabar con una receta de cochinillo, siempre acompañados de un vino, ese vino de esta tierra que da mucho más que placer a sus comensales.
En Navarra con sus espárragos nadie puede competir porque son parte de la propia cultura culinaria; los embutidos hacen su papel en las entradas de algunos platos como la carne de cordero o el bacalao, dos opciones que se preparan como manjares navideños acompañados de postres como las lenguas de gato o el mazapán de frutas.
Para finalizar, en Islas Baleares las sopas y los quesos son las estrellas en las entradas, ya sea la balear o la mallorquina, siempre están presentes en las cenas de nochebuena. Entre los platos principales son más diversos, desde los pescados donde la esqueixada de bacalao es la más popular hasta carnes preparadas como el hígado embotellado o la coca de recapte son disfrutadas por los que viven en estas hermosas islas, donde el cuscussó de Menorca o la leche de almendra de Ibiza son parte de la sobremesa navideña.