Caminar en zonas verdes reduce el estrés y promueve la salud
Anteriormente, se descubrió que los ambientes forestales reducían las hormonas del estrés, como la adrenalina y la noradrenalina, y mostraban un efecto relajante tanto en hombres como en mujeres, entonces ¿puedes elegir entre caminar en un área edificada y caminar en un entorno verde?… si es así, elige este último.
Un estudio hecho por investigadores de la Escuela de Medicina Nippon en Japón demostró que caminar en áreas verdes más saludable que caminar en medio de los edificios. En fin, no hay duda de que el ejercicio físico es saludable, pero los investigadores querían saber qué sucede si combina estos dos factores: el entorno verde y el ejercicio; esto lo hicieron reclutando a 16 hombres, con una edad promedio de 57 años, caminaran en dos ocasiones diferentes.
En una ocasión caminaron durante dos horas por una parte urbana de Tokio, donde casi no hay árboles, mientras en la otra ocasión caminaron durante dos horas por un parque con muchos árboles; se apunta que los sujetos gastaron una cantidad similar de energía en ambos paseos. Lo interesante aquí fue observar que los que caminaron en el parque redujeron la presión arterial sistólica y diastólica significativamente; además,
- Las concentraciones de la hormona del estrés noradrenalina y el neurotransmisor dopamina también fueron menores.
- También se aumentó la emisión de adiponectina, que aumenta la sensibilidad a la insulina; esta hormona ayuda a los músculos a absorber más energía del torrente sanguíneo.
Es posible que el entorno natural reduzca el estrés psicológico más que el entorno urbano y reducir el estrés refuerza los efectos positivos del ejercicio… bueno es una hipótesis lógica después de todos.
Los fitocidas, un aliado de la salud
Los investigadores sospechan que los efectos reductores del estrés del ejercicio en entornos verdes se deben en parte a los fitocidas; este es un grupo de compuestos, como el alfa-pineno, beta-pineno, tricicleno, canfeno y limoneno, que los árboles emiten para protegerse contra los microorganismos y desde cualquier punto de vista también refuerza nuestro sistema inmunológico.
Mientras respiramos el aire fresco, respiramos los fitocidas, sustancias químicas en el aire que las plantas emiten para protegerse de los insectos; ellos tienen cualidades antibacterianas y antifúngicas que cuando inhalamos, respondemos aumentando el número y la actividad de un tipo de glóbulo blanco llamado células asesinas naturales o NK, que nos ayudan a combatir los virus y hasta evitar tumores.
Por otra parte, pasar tiempo alrededor de los árboles y mirarlos reduce el estrés y mejora el estado de ánimo; en fin, como el estrés inhibe el sistema inmunológico, los beneficios de reducción de estrés de los bosques se magnifican aún más. Para los que entrenan duro no hay nada mejor que hacerlo, además de elevar el enfoque mental, que es esencial para las actividades diarias y mucho más para incrementar el rendimiento en el gimnasio.
Si bien la investigación en Japón es innovadora, necesitamos más investigación sobre los árboles que crecen, además aún falta determinar si el pino, el abedul o el roble que emiten fitocidas diferentes, producirían resultados diferentes para la salud; bueno, cuanto sepamos sobre nuestros árboles locales, más aplicable será la ciencia.
Fuente
- NY State Research: Immerse Yourself in a Forest for Better Health