Si eres hombre de verdad, no debes temer a la proteína de soja
El vínculo inicial entre la soja y sus efectos sobre los niveles de testosterona proviene del hecho de que el frijol contiene compuestos activos llamados isoflavonas, que son fitoestrógenos derivados de plantas, muchos de los cuales imitan hormonas femeninas como el estrógeno y el estradiol. Cuando las isoflavonas se metabolizan, el intestino produce equol, que es un estrógeno no esteroideo que inhibe el crecimiento de la próstata y reduce la actividad de la dihidrotestosterona (DHT) [1], un andrógeno y una forma de testosterona importante, sin embargo esto puede ser relativo y hasta un mito, siendo un tema controversial pero interesante de discutir.
De acuerdo con un pequeño pero visible grupo de activistas, al menos en la web, la soja es aspartamo puro; según estas “sojafobes”, el consumo de soja hará que los niveles de testosterona en los hombres caigan en picada, por ejemplo. Esa es toda una declaración preocupante, por lo que el gobierno británico financió un experimento en el que los hombres, que ya tenían bajos niveles de testosterona, recibieron soja con sustancias que alteran la hormona durante tres meses todos los días.
Salud, Testosterona y soja
Un grupo de endocrinólogos de Hull York Medical School ( referencia 1) dividieron a 200 hombres con diabetes tipo 2 y un nivel de testosterona de menos de 12 nanomoles por litro en 2 grupos. Un grupo recibió 15 gramos de proteína de soja con 66 miligramos de isoflavonas (SPI) todos los días, mientras la otra mitad recibió proteína de soja sin isoflavonas (SP); esa concentración de isoflavonas está a un nivel alto, pues si comes productos de soja tradicionales, necesitarías 20-30 gramos de proteína de soja para ingerir tantas isoflavonas.
Las isoflavonas de la soja tienen un efecto anti-estrogénico, pero de acuerdo con el movimiento sojafóbico feminizarían a los hombres. Sí, eso es extraño, pero en el “maravilloso mundo de los sojafobos” tal pensamiento no es inverosímil, aunque sea un mito más que una realidad. Al analizar los resultados cuando pasaron los tres meses, los niveles de testosterona de los hombres no habían cambiado, sin embargo, la sensibilidad a la insulina había aumentado y la concentración del factor inflamatorio PCR había disminuido.
Con base en estos cambios en los valores sanguíneos, los investigadores pudieron calcular que la administración de suplementos con proteína de soja con alto contenido de isoflavonas disminuyó el riesgo de enfermedad cardiovascular, haciendo más saludables a los participantes hombres. Por otro lado, la concentración de la hormona tiroidea inactiva T4 en la sangre de los hombres disminuyó y esto no tuvo consecuencias metabólicas, porque la concentración de la hormona tiroidea activa T3 se mantuvo estable.
Se recuerda no obstante, que los hombres con una glándula tiroides de bajo funcionamiento pueden estar mejor sin proteínas de soja con alto contenido de isoflavonas y que tomar proteína de soja con o sin isoflavonas (66 mg/día) durante tres meses no tuvo efectos sobre los niveles de testosterona en hombres con diabetes tipo 2, lo que confirma la seguridad del estudio, incluso para atletas y no atletas no diabéticos.
Además, hubo mejoras sustanciales tanto en el control glucémico como en los marcadores de riesgo cardiovascular, incluidos los triglicéridos y hsCRP, que se reflejaron en una mejora significativa del riesgo calculado de cualquier enfermedad coronaria, aunque las isoflavonas si pueden intervenir en altas dosis sobre la tiroides, en el caso de personas con inconvenientes tiroidales.
Entonces, ¿la soja disminuye los niveles de testosterona?
Puede que no sea tan claro como eso; también hay evidencia que sugiere que no reduce los niveles de testosterona en absoluto. La primera defensa de esto es el contexto, porque muchos de los estudios usaban grandes cantidades de soja, mucho más de lo que comería la persona «típica» y en segundo lugar, un gran artículo de revisión de Messina ( referencia 2 ) evaluó clínicamente la preocupación de que la exposición a isoflavonas de este alimento o suplementos tuviera efectos «feminizantes» en los hombres.
Para hacer esto, el estudio utilizó la investigación de nueve estudios en humanos y animales. El documento concluyó que esencialmente no hay evidencia de los nueve estudios clínicos identificados de que la exposición a isoflavonas afecte los niveles circulantes de estrógeno en los hombres. Además, un metanálisis ( referencia 3 ) (uno de los métodos de investigación científica más sólidos) también sugirió que ni los alimentos de soja ni los suplementos con isoflavonas alteran significativamente ni siquiera moderadamente las medidas de las concentraciones de testosterona biodisponible en los hombres.
Por lo tanto, parece que los riesgos no son tan claros como se pensó por primera vez, y si estos grandes estudios clínicos son una certeza, no hay ningún riesgo en absoluto de tomar de vez en cuando soja como suplementación o como parte de la alimentación normal.
Fuentes de Referencia
- The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism: Effect of Soy in Men With Type 2 Diabetes Mellitus and Subclinical Hypogonadism: A Randomized Controlled Study
- Fertil Steril – 2010: Messina, M et al. Soybean isoflavone exposure does not have feminizing effects on men: a critical examination of the clinical evidence
- Fertil Seteril. 2010: Hamilton-Reeves, M et al. Clinical studies show no effects of soy protein or isoflavones on reproductive hormones in men: results of a meta-analysis.