Dejar de fumar para crecer más rápido
Investigadores del Centro de Investigación Muscular de Copenhague descubrieron que el tejido muscular de los fumadores se descompone más rápidamente que el tejido muscular de los no fumadores. Llegaron a esta conclusión cuando compararon las células musculares del músculo cuádriceps de 8 fumadores y 8 no fumadores, observando que los fumadores producían más miostatina, una hormona que inhibe el crecimiento muscular.
A medida que la población occidental envejece, la sarcopenia o la pérdida de masa muscular relacionada con la edad es cada vez más común, por lo que los investigadores están buscando formas de ayudar a las personas mayores a mantener la fortaleza muscular. De acuerdo con algunos estudios epidemiológicos, los fumadores ancianos son más propensos a desarrollar sarcopenia que los no fumadores, entonces, los investigadores daneses establecieron un experimento de laboratorio para descubrir exactamente qué efecto tiene fumar en las células musculares.
El efecto del tabaquismo sobre el metabolismo de la proteína del músculo esquelético es desconocido y testar que fumar causa una disfunción orgánica múltiple era la misión de los científicos. La hipótesis fue que la tasa de síntesis de proteínas del músculo esquelético se deprime en los fumadores en comparación con los no fumadores.
Los ocho fumadores cogieron el hábito de fumar más de 20 cigarrillos durante los últimos 20 años, mientras los ocho no fumadores mayores de 50 años fueron emparejados por sexo (4 hombres y 4 mujeres) siguiendo un protocolo de medición de índice de masa corporal, donde los hombres tenían mayores indicadores que las mujeres (26 kg/m2 y 25 kg/m2 respectivamente en general). Ninguno era deportista, antes de tomar una muestra de células del músculo del muslo, aunque para esa muestra, todos recibieron una dosis de leucina marcada, lo que les permitió ver si las células absorbían aminoácidos y los convertían en proteínas musculares.
A cada individuo se le administró una infusión intravenosa de leucina marcada con isótopo estable junto con muestras de sangre y tejido muscular para medir la tasa de síntesis fraccional de proteína muscular mixta (FSR) y la tasa de aparición de leucina en todo el cuerpo (Ra) en plasma (un índice de proteólisis del cuerpo), la expresión de genes implicados en la regulación de la masa muscular (miostatina, un inhibidor del crecimiento muscular, entre otros indicadores) y la citocina TNF-alfa inflamatoria en los músculos, así como la concentración de marcadores inflamatorios en el plasma (proteína C reactiva, TNF-alfa, interleucina-6) que están asociados con el desgaste muscular en otras condiciones.
Al analizar los datos, no hubo diferencias entre los no fumadores y fumadores en la concentración plasmática de leucina, la tasa de aparición de leucina y las concentraciones plasmáticas de marcadores inflamatorios, o ARNm de TNF-alfa en el músculo, pero la tasa de síntesis fraccional de proteína muscular mixt (FSR) fue mucho menor (0,037%/h frente a 0,059% / h, respectivamente, p = 0.004), y la expresión de miostatina y MAFBx (pero no MuRF-1) fueron mucho mayores (aproximadamente 33% y 45%, respectivamente, p <0.05) en los músculos de los fumadores, lo que induce a pensar que fumar tiene una incidencia directa sobre los músculos.
Las conclusiones fueron que las células de los fumadores absorbieron los aminoácidos tan bien como las células de los no fumadores, pero sus índices de síntesis fraccional de proteína de músculo mixto, la fabricación de proteínas musculares, en lenguaje simple, era menor, según el análisis de las células musculares. En este contexto concluyeron que fumar deteriora el proceso de síntesis de proteína muscular y aumenta la expresión de genes asociados con el mantenimiento muscular deteriorado; por lo tanto, fumar aumenta el riesgo de sarcopenia, y los procesos inflamatorios parecen no tener nada que ver con este efecto catabólico.
