Como desafiar a tu genética
Con el tamaño viene el poder, la autoestima y el respeto de los demás, pero, ¿ y si te sientes con menos genética ?, ¿ qué pasa si los genes que tienes significan que nunca ganarás masa como los grandes ?…. bueno ¡No temas!
Si bien es cierto que hay un componente genético conectado que, si no haces nada más allá de tu existencia normal, te quedarás como un ser pequeño, pero hay innumerables ejemplos de chavales que cambiaron todo y se hicieron enormes. Este es el principio de los fenotipos frente a los genotipos, que hace que nadie te haga sentir de menos cuando sientes que tienes el poder de cambiar todo.
Los genotipos son como, si no haces nada diferente, estas condenado a seguir así; los fenotipos por otro lado es donde la promesa de un futuro de ganancia masiva puede hacerse realidad para ti. En pocas palabras, el genotipo es tu código genético y el fenotipo es la expresión física de una combinación de tu genotipo y factores ambientales; en esencia, si cambias las fuerzas a las que reacciona tu genética, literalmente puedes cambiar cómo se expresa tu ADN heredado.
En este artículo, te presentamos consejos clave sobre cómo crear el cambio al que tu genética reacciona; esto no ocurrirá de la noche a la mañana y debes comprometerte para mantener el aumento de calorías, el aumento de la calidad de las calorías (es decir, las fuentes de proteínas superiores) y el entreno progresivamente más intenso.
Entrenando para desafiar a tu genética
Los cuerpos grandes son el resultado de grandes pesos que se mueven en el gimnasio; el objetivo es que intentes ser más fuerte cada semana, ya sea aumentando el peso o las repeticiones. Si logras hacer esto (sea con el peso o las repeticiones) es un gran indicador de que estás ganando más músculos y estás en el camino de ser uno más entre los gigantes, independiente de tu tamaño.
Es importante que mantengas los pesos pesados y las series más cortas, recordando que tu objetivo es exponer de forma continua a tu genotipo (tu ADN) a un peso elevado durante ráfagas relativamente cortas. A medida que te acostumbras al peso, deberás aumentar ese peso progresivamente, obligando a tu cuerpo a adaptarse y superar los nuevos niveles de resistencia (peso).
Comiendo para desafiar a tu genética
Si te es difícil crecer, ya que tienes dificultades para acumular masa y mantenerla activa, debes darte cuenta de que tu genética te predispone a degradar cualquier músculo que añadas. Para evitar esto, debes aumentar drásticamente la cantidad de comida que comes, aumentando la frecuencia.
Los atletas que han ganado masa de manera exitosa comen entre 5 y 7 comidas por día, con una ingesta de de 4.000 a 5.000 calorías por día, añadiendo de 2 a 2,5 o más gramos de proteínas por kg de peso corporal diarios; si pesas 75 kg sería como 200 g de proteínas diarios e incluso 250 g en algunos casos de entrenos realmente serios y pesados. Esto suena difícil, y lo es, pero tu cuerpo luchará contra ti en cada paso y deberías saber lo que es correcto para ser un enorme dentro del gimnasio y ante ti mismo.
La grasa al desafiar a tu genética
Escuchamos esto todo el tiempo; los chavales que son más pequeños de lo que quieren ser, están preocupados por conseguir tener abdominales perfectos volviéndose una verdadera lucha titánica contra la grasa, dejando un poco de lado lo que realmente desafía a la genética. Esto pasa porque al aumentar las calorías (de comida de calidad, obviamente), el cuerpo recibe la señal de comida abundante y el metabolismo, así como otros procesos metabólicos vinculados realmente se aceleran.
Además, con el aumento constante del nivel de entreno con pesos, está obligando a tu cuerpo a reparar y hacer crecer rápidamente el tejido muscular. Esto es algo que solo sucede cuando estás comiendo toneladas de comida regularmente; tu cuerpo no puede acumular masa muscular sólida simultáneamente cuando tiene un déficit calórico (es decir, si no comes lo suficiente).