Investigadores escoceses de la Universidad Queen Margaret escribieron sobre el uso de vitamina D y su impacto sobre la regulación, la reducción de la presión arterial y cortisol en la revista Therapeutic Advances in Endocrinology and Metabolism. Los científicos concluyeron que dosificarse con 50 mcg de vitamina D3 todos los días durante dos semanas, aumenta la resistencia en forma significativa y esto significa menos fatiga al hacer ejercicios, incluida la reducción de la concentración de cortisol y menos presión arterial en el organismo.
La publicación del estudio cita que los investigadores proveyeron vitamina D3 cada día durante 14 días, utilizando un placebo para contrastar los resultados. Los investigadores realizaron varias pruebas con los participantes antes y después del período en el que recibieron vitamina D3 y en un tramo del estudio tuvieron que entrenar 20 minutos en un velómetro.
Se realizó un ensayo paralelo, simple ciego, aleatorizado, controlado con placebo, con una duración de 2 semanas, aconsejándose a los participantes evitar la suplementación con vitaminas y no cambiar sus hábitos alimenticios.
Con el fin de disminuir la variabilidad intra-paciente y, por tanto, aumentar el poder estadístico, se midieron los factores de riesgo cardiovascular al principio, en el medio y al final de la intervención. Todos los parámetros se registraron tres veces en cada visita y se tomó la media de lectura;
- Un total de 15 participantes fueron reclutados; 9 personas seleccionadas para tomar vitamina D y 6 para tomar un placebo.
- Los participantes que tomaron vitamina D recibieron 2000 UI (50 mcg en tabletas que contenían también 100 mg de lactosa) diariamente durante dos semanas, y se administraron tabletas de placebo (que contenían 100 mg de lactosa) que parecían tabletas de vitamina D al grupo placebo.
Después del período de suplementación los participantes que tomaron vitamina D cubrieron una distancia mayor que los participantes en el grupo placebo, además se sintieron menos cansados en el post-entreno (percepción de esfuerzo menor), reduciendo al mismo tiempo la presión arterial sistólica y diastólica, tanto en reposo como durante una sesión de ejercicios, como el nivel de cortisol en la orina.
El mecanismo de trabajo de la vitamina D
La vitamina D ejerce efectos antihipertensivos a través de la inhibición del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAS), recordando que la asociación entre los niveles de vitamina D y la actividad renina se estableció por primera vez en 1986″, escribieron los investigadores.
El RAS es un regulador vital de la presión sanguínea a través de la actividad renina, en la que la renina corta la angiotensina I a la angiotensina II y una vez unida al receptor, ejerce efectos reguladores sobre la presión sanguínea. Una inapropiada estimulación del RAS induce a la hipertensión, lo que sugiere que la inhibición de RAS con vitamina D puede reducir la presión arterial.
El cortisol urinario y la reducción de la proporción de cortisona sugieren una disminución de los niveles de hormona del estrés, que puede deberse a la reducción de la actividad 11-beta-HSD1 (la enzima responsable de la activación de la cortisona en su forma activa, el cortisol).
Fuente
- Therapeutic Advances in Endocrinology and Metabolism: Effect of vitamin D supplementation on cardiovascular disease risk factors and exercise performance in healthy participants: a randomized placebo-controlled preliminary study