La betaína también fortalece los huesos
La betaína, un suplemento de cualquier culturista por excelencia y que ha demostrado su eficiencia en su efecto anabólico en el tejido muscular, sobre todo en estudios serios hechos por científicos de la industria, también puede ayudar a los huesos según un estudio in vitro hecho por un grupo de investigadores italianos del Instituto Científico San Raffaele y publicado en el Journal of Translational Medicine.
La betaína, un componente de muchos alimentos, es un osmolito esencial y una fuente de grupos metilo; los italianos plantearon la hipótesis de que la betaína podría ser eficaz en la diferenciación de los osteoblastos. En el estudio, expusieron osteoblastos humanos (las células óseas que construyen tejido óseo nuevo) en tubos de ensayo a 10 milimoles de betaína; este nivel es el equivalente de un humano que toma 6 g de betaína.
Seis horas después de exponer los osteoblastos a la betaína, las células producían más de las proteínas de formación de huesos, el factor de transcripción relacionado con el runt 2 (RUNX2), el factor de transcripción osteoblástico específico Osterix (OSX), la sialoproteína ósea (BSP) y la sialoproteína ósea 1 (OPN). Estos resultados muestran que la administración de betaína aumentó la absorción de calcio de los osteoblastos.
La betaína activa la maquinaria anabólica de las células óseas obteniendo los osteoblastos para producir más IGF-1; el aumento de la producción es la consecuencia de la activación de la vía ERK/MAPK, según los italianos.
Este estudio demostró que tres vías de señalización, es decir, la afluencia de calcio citosólico, la activación de ERK y la producción de IGF-1, se potencian mediante la betaína en osteoblastos humanos.
Los resultados en tiempo real mostraron que la betaína estimulaba significativamente la expresión de RUNX2, osterix, sialoproteína ósea y osteopontina.
- La betaína estimuló la señalización de ERK, vía clave implicada en la osteoblastogénesis y la señalización del calcio.
- La betaína indujo un aumento del calcio intracelular por medio de la entrada de iones de calcio del medio extracelular a través de los canales de calcio de tipo L y la activación de señalización de CaMKII.
- Se detectó un aumento significativo del ARNm de IGF-1 a las 3 hs y 6 hs, además de un aumento significativo de la proteína IGF-1 a las 6 hs y 24 hs después del estímulo con betaína.
Estas vías podrían tener efectos sinérgicos sobre la expresión génica osteogénica y la síntesis de proteínas, lo que podría conducir potencialmente a una formación ósea mejorada. En conjunto, estos resultados sugieren que la betaína podría ser un agente terapéutico nutracéutico prometedor en la estrategia para contrarrestar el impacto concomitante e interactuante de la sarcopenia y la osteoporosis, es decir, los determinantes principales de la fragilidad senil y la mortalidad relacionada.
Este estudio tiene un valor traslacional en la apertura de la perspectiva de que la suplementación con betaína, actuando sobre células óseas y musculares a través de vías comunes, podría ser eficaz para contrarrestar el deterioro óseo y muscular en los ancianos o en personas con un estado proinflamatorio (personas con lesiones, con sobrepeso, enfermas y diabéticos).
Fuente
- Journal of Translational Medicine: Betaine promotes cell differentiation of human osteoblasts in primary culture