La salud, inestabilidad económica y el cambio climático son sólo tres de las muchas razones de montar una bicicleta como alternativa al transporte; esta vez comentamos algunas maneras elegantes de concebirla como una compañera de vida, incluso dejar el coche y empezar a cubrir el pavimento en dos ruedas.
El uso de una bicicleta para el transporte puede ayudarte a perder peso y mejorar tu salud en general; dependiendo de tu estilo de conducción y las condiciones de los caminos, podrías fácilmente quemar 600 calorías por hora a través de un ciclo. La mayoría de los ciclistas aficionados informan perder 7 a 10 kg durante su primer año de bicicleta sin cambiar sus hábitos alimenticios.
Los estudios demuestran que los ciclistas son más saludables, más productivos y requieren menos tiempo libre en el trabajo. Esta es la razón porque la mayoría de los empleadores ilustrados están dispuestos a dar cabida a los ciclistas en su plantel de trabajadores; las personas sanas son mejores trabajadores y eso es realmente rentable para las empresas.
Ventajas de transporte en bicicleta
Es más fácil financiar una bicicleta nueva que un coche nuevo: por la recesión, los créditos para comprar coches son difíciles de encontrar en estos días, pero por el precio de un solo pago de la cuota del coche, puedes comprar una bicicleta que debe durar más la mayoría de los coches. A una bici puede añadir engranajes para lluvia, luces y accesorios que puede convertir una bicicleta en un trasporte todo tiempo.
La bicicleta no producen ninguna contaminación significativa: no tiene tubos de escape arrojando gases venenosos a la atmósfera ni elimina el aceite, el combustible y los fluidos hidráulicos que gotean de los coches sobre la tierra, lo que significa aportar tu “grano de arena” al ambiente donde vives. Además, los estacionamientos tienen un enorme impacto ambiental y financiero, particularmente en áreas urbanizadas; cuantas más bicicletas haya en una ciudad, menos espacios de estacionamiento se construirían por el espacio pequeño que necesitan.
La bicicleta ahorra el dinero de los contribuyentes: esto lo hace reduciendo el desgaste de las carreteras o calles. Una bicicleta de 10 kg es mucho menos áspera en el pavimento que un sedán de dos toneladas; cada bicicleta equivale a ahorrar dinero remendando baches y problemas en las calles de tu ciudad.
La bicicleta es una alternativa eficaz a un segundo coche: tal vez no estás en condiciones de adoptar una bicicleta como transporte primario, pero las motos se han convertido en vehículos alternativos de una familia. Tu puedes, literalmente, ahorrar cientos o miles de euros al año usando una bicicleta en el día de trabajo conmutando, los paseos y los mandados de fin de semana, evitando inclusive mantener dos coches. Si bien requiere de un servicio de mantenimiento, los costos serán triviales en comparación con un coche.
La bicicleta no quema gasolina: aunque el combustible es barato, una manera de ahorrar y sentirte pleno/a es disfrutar de paseos sin preocuparte cuanta gasolina debes echar al tanque de combustible o si tienes que mantenerla lubricada. Por otro lado, una conciencia colectiva de andar en bicicleta puede modificar las cosas a nivel económico en tu región.
La bicicleta es más rápida y eficiente: no estamos hablando de las travesuras de los mensajeros en bicicleta, sino que son a menudo más rápidas que los coches en áreas urbanas, especialmente cuando el ayuntamiento donde vives, ha puesto los carriles apropiados para pedalear libremente. No hay nada más satisfactorio para tu espíritu, que el brisa que te da al rostro cuando vas pasando una larga línea de coches atascados.
La bicicleta proporciona movilidad para aquellos que no pueden conducir: no todo el mundo puede obtener una licencia de conducir (o quiere una) y, como habíamos citado, los costos de asegurar y mantener un coche está fuera del alcance de mucha gente. Casi todo el mundo puede permitirse algún tipo de bicicleta, siendo el transporte más rentable del planeta.