En verano, usa preservativos
Los preservativos son barreras físicas que pueden reducir el riesgo de exposición sexual al VIH y a las infecciones de transmisión sexual (ITS). Están hechos de materiales que no permiten que los virus y bacterias pasen a través de ellos; los preservativos pueden ser altamente efectivos contra la transmisión de enfermedades cuando se usan de manera consistente y correcta, y menos protectores por un mal uso en el momento clave de la relación.
Tipo de preservativos
Hay dos tipos de preservativos disponibles para prevenir la transmisión sexual del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual;
- Los preservativos masculinos que son externos está compuestos de una funda hecha de poliuretano, látex o poliisopreno, pero en caso de los mejores, son ultra finos y muy seguros, ofreciendo además de protección al miembro, una sensibilidad única y placentera.
- Los preservativos femeninos, son internos o insertivos; son bolsas hechas de poliuretano o un material de látex sintético llamado nitrilo están abiertas en un extremo y cerrada en el otro extremo. Tienen un anillo flexible en ambos extremos; el anillo en el extremo cerrado se utiliza para insertar el preservativo en la vagina y mantenerlo en su lugar, mientras el anillo en el extremo abierto permanece fuera de la vagina y cubre las partes externas de los genitales femeninos.
Cómo funcionan los preservativos
Estudios de laboratorio muestran que los materiales utilizados para fabricar la mayoría de los preservativos (como el nitrilo, el látex, el poliuretano y el poliisopreno) no permiten que bacterias, virus u otros gérmenes pasen a través de ellos. Por lo tanto, los preservativos actúan como una barrera contra la infección por el VIH y las infecciones de transmisión sexual, al evitar que la boca, los miembros del hombre o de la mujer y el recto se expongan a fluidos corporales (como el semen, el líquido vaginal y el líquido rectal) que pueden contener el VIH o varios virus y/o piel infectada por una afección (como herpes y sífilis o verrugas genitales).
El uso incorrecto de los preservativos puede comprometer su eficacia, aumentando así el riesgo de transmisión del VIH y las ITS, incluso cuando se utilizan de forma consistente. Hay muchas maneras en que los preservativos pueden usarse incorrectamente y la investigación demuestra que el uso incorrecto de preservativos es común.
Algunos tipos de uso incorrecto pueden causar que los preservativos se rompan, resbalen o se escapen, aumentando así el riesgo de transmisión sexual incluye:
- Si los mismos son o demasiado pequeños o demasiado grandes
- Si están dañados o expirados;
- Desenrollarlos antes de ponerlos;
- Reutilizarlos o pellizcarlos al ponerlos;
- Usar objetos afilados para abrir los paquetes;
- No usar suficiente lubricación o lubricación a base de aceite con preservativos de látex o poliisopreno (la lubricación a base de aceite es segura para usar con preservativos de nitrilo y poliuretano);
- No sostener el borde cuando se tira hacia afuera.
Otros tipos de uso incorrecto de preservativos es que por ejemplo, algunas personas pueden poner su preservativo tarde (después de haber comenzado la relación sexual), retirarlo antes de que comience la eyaculación o ponerlo en el interior y luego voltearlo para usarlo; todo esto pueden aumentar el riesgo de exposición al VIH y/o las ITS.
Los preservativos femeninos por su lado pueden fallar de otras maneras que pueden aumentar el riesgo de transmisión; por ejemplo, el miembro erecto puede perderse el anillo externo y entrar entre la pared vaginal y el preservativo. También es posible que el anillo externo sea empujado, parcial o totalmente, dentro de la vagina y todo esto puede aumentar el riesgo de exposición al VIH y / o las ITS.
Fuente
- Canada Source for HIV: Condoms for the prevention of HIV and STI transmission