¿Es el gluten tan malo?, Parte 1
Últimamente ha habido un montón de información y opiniones acerca de cómo incide el gluten sobre la salud y el fitness; pero ¿es realmente una plaga para tu salud y tu figura como todo el mundo lo dice?, o, es solo una moda de dieta diseñada para brindarte más sabor y diversión en tu paladar, tanto en las recetas que te gustan o en restaurantes.
En fin, el gluten es una proteína que se encuentra en el trigo y semillas similares como el centeno, la cebada, el bulgur y la avena; se produce en altas proporciones en los productos de grano entero, dándoles su elasticidad y su textura masticable. El gluten se puede encontrar generalmente en alimentos como la pasta, el pan, los pasteles, las tortas, las galletas y también en los cereales.
La enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune, donde el consumo de productos de gluten provoca una reacción adversa; esto puede conducir a malestar abdominal, diarreas y dolor a corto plazo, pero además de una mala absorción de nutrientes, tasa de crecimiento pobre y mayor riesgo de muerte temprana a largo plazo.
El único tratamiento para la enfermedad celíaca es una dieta libre de gluten, estimándose que menos del 1% de las personas en todo el mundo tienen esta condición, aunque el aumento de la detección de la enfermedad celíaca ha visto un aumento en los que se diagnostican.
Por otro lado existe una condición que es conocida como intolerancia al gluten; ésta, puede conducir a síntomas como hinchazón, dolor muscular, letargo y dolor en las articulaciones. Aunque estos síntomas se superponen con los que se ven en la enfermedad celíaca, son más leves en los individuos intolerantes al gluten, recordando que en muchas partes del mundo alcanza alrededor de 3% a 6% de la población.
Los efectos secundarios relacionados con el gluten
Un tracto intestinal sano absorberá los alimentos y permitirá la absorción óptima de nutrientes tales como proteínas al cuerpo. En personas con enfermedad celíaca o intolerancia al gluten, sus problemas gastrointestinales están relacionados con el hecho de que el gluten, al ser indigerible para ellos, puede conducir a una reacción inflamatoria.
Esto daña las vellosidades intestinales que, con el tiempo, pueden hacer que las proteínas no digeridas atraviesen directamente la pared y entren en el torrente sanguíneo, donde se induce una respuesta rápida del sistema inmune en un intento de combatir esto. El punto crítico se centra en saber si eres o no intolerante al gluten, por tanto, debes hacerte exámenes de tu sangre y heces para buscar anticuerpos específicos.
Si experimentas síntomas como los que se enumeran a continuación después de la ingesta de productos de gluten (pero no de otro modo), debes consultar al médico: deficiencias nutricionales, dolor en las articulaciones, dolor muscular o abdominal, diarreas, hinchazón y gases, dolores de cabeza o fatiga.
Pero, ¿y si no aparecen síntomas como estos?; bueno, aquí es donde nos metemos en el terreno difícil.
La visión del mundo anti-gluten
Recientemente, muchas figuras importantes en la industria de la salud y el fitness han sido puestas contra el gluten, argumentando que puede causar problemas para prácticamente todo el mundo, recomendando evitar su consumo, independientemente de si presentas o no los síntomas descritos anteriormente.
El gluten ha sido acusado de aumentar los niveles de cortisol y insulina, predisponiendo al cuerpo a la ganancia de grasa corporal y causando el envejecimiento acelerado, como la disminución de la función tiroidea, entre otras cosas. Estas afirmaciones vienen de personas conocidas que no queremos citar pero que en sus sugerencias citan que el gluten inflama el cerebro, que está asociado con la osteoartritis, que puede inducir a la depresión, que reduce la tiroides, que agrava los problemas de la menopausia, que exacerba los síntomas de enfermedades autoinmunes, que afecta negativamente la composición corporal o que se asocia con el envejecimiento acelerado.
¿En qué medida estas afirmaciones son verdaderas?
