Esperando el cambio de estación
Las fluctuaciones estacionales y su influencia sobre las enfermedades se han reconocido por milenios y hablamos de esto porque la primavera ha llegado, por lo menos en el calendario. Hasta tiempos recientes, estos fenómenos se atribuían a cambios en el clima y es fácil entender por qué; al inicio de la primavera, el clima es previsiblemente impredecible, aunque el verano es caliente o el invierno es frío, pero en primavera todo puede suceder, pudiendo dejar descontento al más prevenido.
Al menos la mitad de todos los adultos afirman experimentar cambios en su salud con el cambio climático, incluyendo dolores de cabeza más frecuentes, dolor en las articulaciones, cansancio e incluso coger más resfriados. Difícilmente las temperaturas superen los 20 grados aún, dejando una franja entre los 5 a los 15 grados que aún hace sentir que el invierno no se irá, esperando el cambio de estación.
Por supuesto, los resfriados son causados por virus, no por el clima, pero a medida que la temperatura del aire y la humedad cambia alrededor tuyo, también lo hace la sensación de congestión de tu nariz. Aunque la nariz no se bloquea realmente, el aire más caliente y húmedo de los próximos días ( obviamente en algunas partes de la península ), hará que te sientas más congestionado, como cuando te encuentres en la ducha.
Pero una vez que sales, la ráfaga de un aire más frío y menos húmedo hace que tu nariz de repente se sienta más abierta, creando esa sensación refrescante en tu cabeza. Lo mismo sucede al revés, cuando pasas del aire acondicionado frío dentro de tu casa al calor húmedo afuera, hace que tu cabeza se sienta congestionada.
Las personas propensas a dolores de cabeza reportan más episodios en clima de primavera variable que en verano o invierno, así como lo reportan la gran mayoría de las personas con problemas en los huesos o el sistema neuromuscular, porque se siente más molestias en los días de temperaturas variables, mientras van esperando el cambio de estación.
Se desconoce si se trata de un efecto directo o indirecto del clima (relacionado con los efectos profundos del clima estacional sobre el estado de ánimo, el comportamiento, la dieta, la actividad física, la movilidad, la participación, la percepción de la enfermedad, el dolor y muchos otros factores), pero en resumen, el clima exterior puede influir significativamente en cómo te sentirás las próximas semanas y esto deberías ponerlo a favor de tu salud y tu plan de entreno.
El tiempo puede afectarte menos de lo que piensas, pero lo suficiente como para marcar la diferencia y aquí la posición del sol es un elemento crítico. Los sensores que tienes en los ojos y que son especiales se retroalimentan con la intensidad de la luz en tu cerebro para regular los ritmos biológicos y hormonales, así como los estados de alerta y ánimo, cuestiones inherentes directamente a los objetivos dentro del entreno y la recuperación.
La piel utiliza la radiación ultravioleta en la luz solar para producir vitamina D, que también tiene importantes funciones vitales para la salud y el bienestar, así como incide en las hormonas anabólicas. El clima soleado también te pone más cerca de la zona de confort en torno a los 20 grados Celsius para mantener fresco el sistema y mantener una vida activa; en muchas partes del mundo el clima es más caliente y por encima de esta temperatura, menos cómodo se siente vivir y entrenar, incluyendo las emociones.
En fin, la primavera es tradicionalmente la temporada para poner las cosas en orden, como la limpieza de la casa, salir a pasear con los amigos y la familia o, preparar el plan trimestral de entreno intenso rumbo al verano, esperando el cambio de estación.
La primavera española
La nueva estación en el continente europeo se produjo el lunes 20 de marzo; en ese instante se produce el equinoccio de primavera cuando la duración de la noche y el día coinciden en toda la tierra. En el sur empieza el otoño, pero en el norte la primavera que esta vez llega con algunas variables en territorio español, pues que asciende la temperatura en sitios como Canarias, pero pocos cambios en los termómetros en territorio peninsular, teniendo en cuenta que los chubascos y las heladas pueden ser generalizados en ciertas provincias en donde la nieve aunque bajará, seguirá siendo parte del escenario para algunas zonas montañosas.
Un problema para la mayoría de la población es la concentración de polen que pone en alerta a los millones de alérgicos. Como hablamos anteriormente esto significa aparición de estornudos, mocos, irritación o picores que simplemente hace la vida más difícil para todos; en España, el polen de los cientos de miles de árboles plátano de sombra hacen estragos para las personas que quieren disfrutar de un paisaje primaveral.
Para ir esperando el cambio de estación en los termómetros y la aparición del polen te sugerimos algunas soluciones a tener en cuenta.
- Fortalece tu Sistema Inmunológico
- Mejora tu Circulación de Sangre
- Cuida tu tracto urinario con infusiones
- Ten en cuenta la Regulación de pH en la sangre
- Evita los dolores de articulaciones de temporada
- Cuida tus ojos
El calor empieza a mediados de la temporada, después de las lluvias, el frío y la nieve, que para todos es un mal tiempo; en ciertas zonas sin embargo el sol empieza a aparecer con más constancia, por tanto es interesante usar algunos bronceadores, gafas y una ropa cómoda para salir a ejercitarte.