La vitamina B-12 y la salud de la tiroides
Tu bienestar personal y la eficiencia en la que tu cuerpo opera es un resultado directo de la calidad y la integridad de los nutrientes que consumes como sabes. La nutrición promueve el bienestar completo y las deficiencias nutricionales resultan en deficiencias de bienestar; ahora bien, los niveles de energía y el metabolismo son algunos de los indicadores de estado más notorios de bienestar y esto se relaciona directamente con la función hormonal.
La glándula tiroides
La glándula tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa en la parte frontal del cuello; es el cerebro del sistema endocrino y responsable de la síntesis de las hormonas tiroideas T3 y T4 que controlan el metabolismo y el latido del corazón.
El aumento de la hormona impulsa al cuerpo a acelerar tu metabolismo, o la velocidad a la que se producen las reacciones químicas y esto genera más calor y aumenta la temperatura del cuerpo; en consecuencia, las hormonas tiroideas afectan a tu tasa metabólica basal (BMR), determinando la cantidad de calorías que quemas mientras estás en reposo.
Una tiroides lenta, o un escenario de hipotiroidismo, puede causar que haya deficiencia en vitamina B-12 y la deficiencia de vitamina B-12 resultante puede exacerbar aún más que la tiroides sea más lenta o afectar negativamente a la producción de energía.
Funciones de la vitamina B-12
Aunque los requisitos de vitamina B-12 diarios son bastante bajos (sólo 2,4 microgramos para adolescentes y adultos) desempeña un papel crucial en los procesos metabólicos y celulares. La vitamina B-12 es el catalizador para la producción de glóbulos rojos, la síntesis del ADN, la conversión de la proteína, la función neurológica, la síntesis del ácido graso o la salud del nervio.
El proceso de metabolizar la vitamina B-12 es complicado y hay varias maneras de desarrollar una deficiencia; se encuentra naturalmente en los alimentos que está ligada a las proteínas. Una vez consumido y en el estómago, se separa de estas proteínas a través de la acción de pepsina y ácido gástrico.
Desde aquí, se une inmediatamente a la proteína R de la saliva que la protege de los daños en el medio ambiente ácido; en el duodeno, la primera sección del intestino delgado, el complejo de proteína B-12-R se separa. El factor intrínseco (IF), una proteína secretada en el estómago, se une a la vitamina B-12 y la transporta con seguridad más allá de las enzimas digestivas de proteínas que de otro modo destruirían la vitamina.
Una vez que llega a la última parte del intestino delgado, el íleon, se absorbe desde el tracto del intestino grueso, donde la vitamina B-12 se separa del factor intrínseco (IF) y se une a la transcobalamina para convertirse en B-12-TC-II; este último complejo es absorbido por la médula ósea, el hígado y otras células, recordando que el hígado almacena el 90% de la vitamina B-12.
Una deficiencia de B-12 puede resultar cuando no consumes suficiente B-12, o tu cuerpo no la absorbe suficiententemente. Los problemas de absorción pueden resultar de un factor intrínseco inadecuado, problemas de enzimas digestivas, o daño de órganos. Los síntomas de deficiencia varían dependiendo de la gravedad, pero los más comunes incluyen la fatiga, estreñimiento, disminución del apetito, hormigueo en las manos y los pies, deterioro de la memoria, depresión y dolor de la lengua.
Algunas personas tienen un mayor riesgo de deficiencia de B-12, entre ellas los adultos mayores, debido a la disminución del ácido clorhídrico en el estómago; por otro lado los vegetarianos y veganos no consumen B-12 desde sus comidas, entonces requieren necesariamente añadir a su dieta suplementación específica porque hay una relación entre la vitamina B-12 y la salud de la tiroides.
Personas con condiciones que irritan el revestimiento de la mucosa en el estómago y los intestinos, como la enfermedad de Crohn o celíaca, el alcoholismo crónico o la enfermedad inflamatoria intestinal, también pueden afectar los niveles de vitamina B-12, siendo un factor crítico para mantener el metabolismo funcionando.
Efecto del hipotiroidismo sobre la absorción de vitamina B-12
El hipotiroidismo puede comprometer la capacidad para absorber la vitamina B-12; una infección de la bacteria Helicobacter pylori también puede interferir con las secreciones gástricas y obstaculizar la absorción de B-12. Los expertos creen que el 4,6% – 7% de la población de 12 años de edad sufre de hipotiroidismo y otro estudio encontró que aproximadamente el 40% de los pacientes hipertiroideos también sufren de una deficiencia de vitamina B-12.
La vitamina B-12 y la salud de la tiroides están estrechamente relacionadas, entonces al añadir la misma a la dieta de dichos pacientes, se mejoró la debilidad, la memoria, el humor y otros síntomas. No obstante te recordamos que la vitamina B-12 es complementaria a otros suplementos que no se pueden pasar por alto como el yodo, el selenio y la l-tirosina, que combinados trabajan en armonía para regular el nivel hormonal.
Las fuentes más comunes de vitamina B-12 son la carne, los mariscos, los huevos y los productos lácteos. Dado que la vitamina B-12 es producida por una bacteria basada en el suelo, los animales lo recogen mientras buscan alimento. Algunas fuentes vegetarianas tales como cereales fortificados y levadura nutricional están disponibles pero en este caso un suplemento de vitamina B-12 es una gran manera de llenar las lagunas en la ingesta nutricional.
Fuente
- Global Healing Center: The Role of Vitamin B-12 in Thyroid Health
