No olvides a los lácteos, ni en invierno
Los medios de comunicación social han difundido en los últimos tiempos lo mejor del veganismo para la salud, e, incluso los restaurantes añaden opciones veganas, así como las tiendas, que van sustituyendo vegetales por derivados de la carne o los lácteos, dejando de lado algunos alimentos básicos como la leche. Usar la leche vacuna por razones de bienestar ambiental o animal es totalmente una elección personal, pero no podemos enfatizar a la dieta vegana como una forma de perder peso.
Además, los respaldos de celebridades no han sido evaluados por la ciencia y no hay ciencia para apoyar que esa estrategia funcionaría de forma reproducible en una amplia variedad de personas, citan los investigadores como la Dra Susan Barr, Ph.D., de la Universidad de Columbia Británica, añadiendo también que al igual que la grasa que se temía en los años 90, los lácteos están pasando por un período de críticas indebidas.
Pasamos por estos ciclos de lo que vilipendiamos, y creo que esto es parte del flujo y reflujo de la nutrición y cómo la gente quiere vilipendiar las cosas, citan los nutricionistas amigos de MASmusculo; «en este momento atacamos mucho a los lácteos y, el ataque es bastante infundado».
Un punto de discusión es que la leche contiene hormonas; algunas vacas reciben somatotropinas bovinas, hormonas de crecimiento que aumentan la producción de leche, sin embargo, sólo una cantidad minúscula lo convierte en leche, y sus jugos gástricos se descomponen, cita Richard Raymond, MD, un consultor de seguridad alimentaria y salud pública con sede en Colorado, Estados Unidos. Y aunque la leche contiene algo de estrógenos, la concentración es demasiado baja para ser una preocupación, por tanto no olvides a los lácteos, ni en invierno.
Los lácteos y la construcción de huesos
Lo has oído un millón de veces, el calcio es bueno para tus huesos; no obstante, las propiedades de este mineral para la preservación del músculo esqueletico son particularmente cruciales cuando estás intentando perder peso. A medida que pierdes peso, también puedes perder huesos y si no tomas suficiente calcio durante ese proceso, puedes reducir el impacto de la densidad ósea.
Una taza de leche proporciona 314 miligramos de calcio, casi un tercio de lo que necesitas en un día. Claro, hay otras fuentes de calcio, pero a menudo no son tan concentradas. Además, la leche contiene vitamina D para mejorar los huesos y esta sinergia es importante porque el calcio ayuda a absorber la vitamina D liposoluble, y la vitamina D ayuda a absorber el calcio, entonces, no olvides a los lácteos, ni en invierno.
Los lácteos ayudan a mantener el peso
En realidad hay algunas investigaciones bastante buenas que sugieren que los productos lácteos son realmente útiles con la pérdida de peso; los expertos recomiendan dos a tres porciones de productos lácteos al día y no sugieren la variedad sin grasa. Por ejemplo, el yogurt griego que es rico en proteínas es perfecto, pero incluso el queso magro puede ser parte de una dieta de pérdida de peso en cantidades razonables, entonces añadir un poco de estos alimentos a una ensalada estaría genial, además del toque de sabor, por tanto, no olvides a los lácteos, ni en invierno.
De hecho, en un estudio publicado en el International Journal of Obesity cita que las personas que toman tres porciones de productos lácteos al día ganan un poco menos de peso a medida que envejecen. El autor del estudio, Paul Jacques, director del Programa de Epidemiología Nutricional de la Universidad de Tufts, dice que se necesitan más investigaciones, pero hay algunas teorías acerca de cómo esto podría funcionar; por ejemplo, se cree que la ingesta de calcio está asociada con la lipogénesis, que es la formación de nuevos lípidos en el cuerpo, haciendo que más calcio se vincula a menos células de grasa.