La mayoría de nosotros incluyendo a los vegetarianos, pensamos que para evitar la carne se debería añadir un stack de suplementos proteicos hechos a bases de vegetales para complementar la dieta, pero pocos saben que el poder vegetal oculto en sus compuestos anabólicos puede producir también músculos dignos de admiración.
Los carnívoros a veces subestiman a los vegetarianos, creyendo que pueden detectar automáticamente sus “almas anémicas”, pero una y otra vez, se equivocan. Hay vegetarianos en cada deporte importante y parece que hay un montón de ellos en los gimnasios, con físicos que son a menudo indistinguibles de los consumidores de carne.
Puede haber una razón científica para esto; los vegetarianos en realidad pueden tener un arma secreta que les permite hacer crecer los músculo tan fácilmente, o incluso de manera más fácil que los carnívoros.
Probablemente hayas visto esas increíbles imágenes de toros o perros increíblemente musculosos; se dice que ciertas razas son «de doble musculatura» porque tienen una mutación que suprime la producción de la proteína que controla el crecimiento llamada miostatina, la cual quizás ya la conoces. Sabemos que en cierto grado se puede suprimir la miostatina mediante el uso de algún compuesto administrado externamente, teóricamente podría convertir toros normales, perros e incluso humanos, en maravillas de doble musculatura, aunque solo hablamos de gramos de músculo extra en un escenario real.
Sorprendentemente, algunos investigadores de la Universidad de Bonn han descubierto una clase de verduras que en realidad pueden suprimir el gen de la miostatina en células satélite, permitiendo así que los músculos crezcan más allá de sus limitaciones genéticas normales. El poder vegetal oculto en sus compuestos anabólicos se observa la glucorafanina por ejemplo, que es una sustancia química que se encuentra en el brócolis, la coliflor y, en particular, los brotes jóvenes (microgreens).
Cuando los seres humanos comen y digieren estas verduras, la glucorafanina se convierte en una sustancia llamada sulforafano, que tiene propiedades anti-cancerígenas y antimicrobianas. No obstante, cuando los científicos alemanes expusieron células satelitales de cerdo (que son muy similares a las células satelitales humanas) al sulforafano, las mismas se convirtieron en células musculares adultas.
Este descubrimiento tiene el enorme potencial médico y económico, como lo señalaron los propios investigadores, pues si sus efectos son verificados y aplicados a modelos in vivo, el sulforafano puede traer consigo, beneficios terapéuticos en el tratamiento de los trastornos del músculo esquelético humano y valor práctico en la producción de carne.
Los vegetarianos ya están presumiblemente aprovechando los efectos inhibidores de la miostatina del sulforafano al comer un montón de brócolis y coliflor. Aunque estamos seguros que los carnívoros pueden aprovechar estas propiedades de dichos vegetales, con porciones diarias en ensaladas, sopas o sándwiches, hasta que el sulforafano tal vez algún día, se esté disponible en forma de suplemento. Otras investigaciones también sugieren que usted debe comer versiones cocinadas de estas verduras, hace que sus compuestos sean más biodisponibles, aunque esto requiere de más investigaciones.
