Iniciando el otoño con energía, durmiendo mejor
Al entrar a la temporada otoñal, debemos tener en cuenta algunos aspectos para incrementar nuestro bienestar
Cuando una persona está sin energía y cansada, fatigada, pensando en el vacío, y arrastrando así sus días, especialmente cuando ingresamos al otoño, constamente se preguntan que pueden comer o tomar para cargar el cuerpo, pero sinceramente lo que se tiene que turbinar es la energía, y no hablamos de un alimento o un suplemento específico, que ayuda, hasta cierto momento o según el escenario del día, porque no existe algo que tomar para proveer energía instantánea en un frasco, porque es posible que la verdadera razón no es una deficiencia de una bebida energética.
La verdadera razón de la epidemia «sin energía» es mucho más simple; la falta de sueño
Si deseamos dominar nuestro metabolismo, lo que necesitamos es saber regular las hormonas, y en este plano de cosas, el sueño es uno de los momentos más importantes para hacerlo, porque produce un equilibrio hormonal incomparable; la hormona de crecimiento se libera durante un sueño profundo, además un poderoso antioxidante, como la melatonina (un compuesto anticancerígeno), se produce durante el sueño. Pero, para que esto suceda, es necesario dormir mejor y hay que dormir más tiempo tomando en cuenta algunos consejos que no siempre conocemos.
El cuerpo pasa por cinco etapas de sueño, cuatro etapas más la etapa de suma importancia conocida como REM, siglas de movimientos oculares rápidos. (es durante el sueño REM que todos los soldados de juguete del cuerpo y la mente salen a jugar haciendo el verdadero trabajo). Los ciclos del cuerpo a través de estas cinco etapas varias veces por noche, conduce a un importante trabajo metabólico, porque si el sueño es demasiado corto o interrumpido, o no es reparador, el ciclo se rome y el metabolismo empieza a sufrir.
El sueño influye en el peso, el apetito, el estrés, la libido, y el estado de ánimo; no hay casi nada que se puede hacer para el bienestar general y la salud metabólica que conseguir el mejor de los sueños, en los mismos horarios, todas las noches; además tomarnos una siesta pequeña en forma frecuente cada semana ayuda a reforzar estos resultados.
Ajustar la temperatura
La mayoría de nosotros dormimos en habitaciones que son demasiado calientes o incluso húmedas y no nos damos cuenta; lo que no es saludable o natural, aunque pocas veces nos congelamos, pues desde el otoño empezamos a taparnos con mantas para no sufrir las bajas temperaturas. La temperatura cae de forma natural durante el sueño; el cuerpo prefiere una temperatura entre 15ºC a 18ºC, y por encima de esta franja, o es muy cálida, el cuerpo tiene que «trabajar» para mantener el equilibrio y esto interfiere de cualquier manera con dormir bien.
Por otro lado, cuando las bajas temperaturas hacen sufrir al ambiente del dormitorio, tener los pies fríos también pueden impedir que el descanso sea profundo; en este caso sirven los geles, las bolsas de agua caliente, o las mantas eléctricas, entre otros trucos caseros que todos conocemos.
Apagar todos los equipos que molesten
Antes de dormir, hay que tomar un descanso semi completo durante 30 minutos antes; esto significa que no debe estar prendida la televisión, ni la internet, o ningún smarthphone durante este período. Este es el tiempo de transición durante el cual se prepara el organismo para la relajación y el sueño que viene por delante; no se puede ver la televisión, escuchar el radio, o el chat del móvil cuando la mente subconsciente necesita descanso, ya que desvía el sueño y quiebra totalmente la frecuencia del cuerpo, inclusive desequilibrar el metabolismo, lo que costará mucho volverlo a recuperar.
El ambiente debe ser oscuro
Los estudios muestran que incluso la más mínima luz en la habitación puede interferir con el sueño reparador; el ambiente debe ser oscuro, fresco y necesariamente silencioso, lo que puede transformar la vida, alcanzado un punto de descanso total aproximadamente entre las 7 y 8 horas. La ciencia demostró que cuando hay luz artificial, se reduce la melatonina, hormona que se vincula fuertemente al sueño, además esto puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades como el cáncer, diabetes, o sufrir de problemas coronarios; la melatonina no se presenta durante el día, pero al oscurer, la glándula pineal empieza a accionar sus mecanismos, generando la hormona del sueño.