Potasio
Es ampliamente utilizado para reposición de sales y electrólitos, ayuda a construir proteínas y excita la actividad neuromuscular
El potasio, ion positivo, representa 5% del total de minerales. Es clasificado como macroelemento o macromineral (necesario en grandes cantidades en el organismo para desempeñar sus funciones). El potasio está presente en el organismo en mayor cantidad comparado al sodio (cerca de 2 veces más). La mayor parte de este mineral es encontrada en el líquido intracelular y una pequeña parte en medio extracelular. El potasio actúa juntamente con el sodio, en la mantención del equilibrio hídrico, osmótico y ácido-base (determinado por el ph, cuyo valor bajo de ph representa acidez y un valor alto representa un estado alcalino) del organismo. De forma general, está presente en casi todos los alimentos, sin embargo, como fuentes naturales ricas en potasio pueden ser citadas en primer lugar el plátano, patata, carnes por regla general, peces, aves, guisante, garbanzo, soja, col, naranja, mora, algunas hortalizas, hojas de té-negro, chocolate en polvo, espinaca. Como suplemento, el potasio puede ser encontrado en la forma de cloruro de potasio y, generalmente, son utilizados en casos de hipocalemia (niveles de potasio en la sangre abajo del normal) y para la reposición de electrólitos. En casos menos graves, se utiliza la ingestión de alimentos fuentes de potasio a través de la dieta.
Importancia del potasio
El potasio es ampliamente utilizado para reposición de sales y electrólitos en casos de trastornos gastrointestinales, como diarrea, vómitos y de su consecuencia, la deshidratación. Está intimamente relacionado con el sodio y el cloro, desempeñando un papel en la mayoría de las funciones vitales. Regula el contenido en agua de las células y su movimiento, impidiendo su fuga.
Mantiene el equilibrio ácido-base y junto con el sodio, el potasio regulariza la cantidad y el reparto normal del agua en el organismo. Además ayuda a construir proteínas, y aumenta la excitabilidad neuromuscular.
En equilibrio con el calcio y el magnesio, el potasio contribuye a la regularización de todas las funciones celulares y en especial a la excitabilidad del corazón, del sistema nervioso y de los músculos. Es indispensable para el movimiento del miocardio y activa los sistemas enzimáticos.
Su deficiencia demuestra en el cuerpo debilidad muscular, parálisis, distensión del estómago, falta de energía en el intestino y en la vesícula biliar con estreñimiento, dolores, fatiga intensa, algunas manifestaciones de insuficiencia cardiaca, baja tensión e irregularidad del pulso (arritmia) y edemas. Los vómitos, diarreas, la toma abusiva de laxantes y diuréticos son factores que pueden provocar un déficit de potasio.