Selenio
Muy conocido como antioxidante ya que protege las células de los radicales libres
El selenio es un micromineral, también denominado elemento ultra-trazo (necesario en cantidades muy pequeñas para el desempeño de sus funciones en el organismo). Es encontrado en las proteínas en la forma de L-selenometionina o L-selenocisteína, la primera en los tejidos. Las fuentes naturales de selenio incluyen granos de cereales; especialmente la castaña (dependiendo del suelo donde estos granos habían sido cultivados, que puede tener alta o baja cantidad de este mineral), riñones e hígado de animales, carne roja y aves. Como suplemento, el selenio puede ser encontrado solo o en asociación a otras vitaminas y minerales en polvo, cápsulas y comprimidos, en la forma sódica o conectada a aminoácidos (L-selenometionina o L-selenocisteína).
Importancia del selenio
El selenio es un gran antioxidante que, al proteger las células de los «radicales libres», interviene manteniendo la salud celular y evitando su degeneración. Su efecto positivo sobre el sistema inmune y el hecho de que mejore, en algunas personas, los efectos colaterales de la quimioterapia hacen que muchos médicos lo recomienden en casos de cáncer.
Contrarresta, en parte, la toxicidad de metales pesados presentes en el medio ambiente por la contaminación como el cadmio, mercurio y arsénico. Es un oligoelemento que importante en la fertilidad masculina ya que interviene en la formación y movilidad de los espermatozoides.
Protege nuestro sistema cardiovascular ya que su déficit puede favorecer las trombosis. Interviene en la síntesis de las prostaglandinas y en la producción de anticuerpos. Podría ser útil, pues, en enfermedades degenerativas con procesos inflamatorios como en la artritis.
Ayuda a los problemas de piel como falta de elasticidad, manchas de la edad, psoriasis, caspa, seborrea capilar y en cualquier síntoma de la piel que implique un envejecimiento prematuro, degeneración macular, cataratas, etc.