Glucógeno Muscular
Es nuestra energía muscular y se la debe cuidar mediante una alimentación adecuada
El glucógeno muscular es como la gasolina para nuestro coche, es nuestra fuente de energía sobre todo en los largos recorridos. Desgraciadamente, tal como en el automóvil, tiene un límite aunque no todos los atletas de pelotón lo consigan alcanzar, frequentemente no la rellenan de forma óptima y rentable lo que afecta significativamente los niveles de energía durante la prueba. El glucógeno es un polímero de glucosa almacenada en el hígado y en el músculo.
El glucégeno hepático puede fácilmente ser degradado de nuevo en glucosa cuando es necesario suministrar energía a los órganos vitales, principalmente al cerebro, generalmente tiene una duración aproximada de 6 a 8 horas. Sin embargo, el glucógeno muscular sólo puede ser utilizado por los músculos en su contracción durante el entrenamiento, y no es útil si el resto del cuerpo precisa de glucosa urgentemente. Normalmente, en esos casos, el organismo es obligado a degradar proteína que puede ser del músculo para producir glucosa.
Pero durante un esfuerzo prolongado, sobre todo carreras de fundo, el glucógeno muscular es la fuente de energía que asegura un buen rendimiento durante el entrenamiento. La capacidad de rellenar y maximizar estas reservas está limitada genéticamente y, en su mayoría, los atletas durante sus momentos de ocio todavía no consiguen sacar el mayor partido de ella.
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