El mineral poderoso
El cromo ayuda a estimular la pérdida de grasas, bajar la producción del cortisol y reducir sus efectos negativos en el cuerpo.
La testosterona es la mejor amiga de un culturista y el cortisol su peor enemigo. La testosterona es una hormona extremadamente anabólica que anima el crecimiento del músculo; el cortisol es una hormona extremadamente catabólica que promueve la avería del músculo. De hecho, el cortisol compite realmente con la testosterona para que los receptores en las células musculares limiten las acciones anabólicas de la testosterona. Para determinar si un atleta está en un estado anabólico o catabólico, los científicos miran el coeficiente de la testosterona del atleta en relación a los niveles del cortisol. Cuanto más bajo es el coeficiente el atleta está en un estado menos anabólico y más catabólico.
La resistencia a la insulina es otro resultado negativo de los altos niveles del cortisol. Los músculos llegan a ser menos sensibles a los efectos de esta hormona anabólica y así más resistente a ella. La insulina es importante para permitir la entrada de carbohidratos, aminoácidos y la creatina en las células musculares.
También es importante para la síntesis de la proteína del músculo. La insulina ata a los receptores situados en la superficie de las células musculares. El cortisol trabaja para hacer que estos receptores sean menos receptivos al atascamiento de la insulina; es decir previene que los carbohidratos, los aminoácidos y la creatina de las células musculares entren fácilmente y frustran la síntesis de la proteína del músculo. Esencialmente limita el crecimiento y daña a los músculos. También fuerza al cuerpo a sobreproducir la insulina, que puede llevar a una persona a ser obesa y en peor caso tener diabetes tipo II.
Afortunadamente, hay una manera simple de ayudar al control de cortisol, «tomar cromo«. El cromo es un mineral esencial que es conocido sobre todo por su capacidad de estimular la pérdida de grasa y ayudan a los músculos y otros tejidos a extraer nutrientes de la sangre mediante el apoyo de los efectos de la insulina. Hay evidencia de que el cromo puede bajar la producción del cortisol y reducir sus efectos negativos en el cuerpo.
La sensibilidad cada vez mayor de la insulina es otras de las funciones del cromo. Obra recíprocamente directamente con los receptores de insulina del músculo, permitiendo que éstos respondan mejor a la hormona. Esto da lugar a una mejor absorción de los carbohidratos, aminoácidos, creatina, y por consecuencia el crecimiento total del músculo.
Las fuentes de alimento como el brócoli, el jugo de uva, tomates, setas, queso, pimienta negra, granos enteros, levadura de cerveza y algunas carnes contienen pequeñas cantidades de cromo. Sin embargo tienden a ser mal absorvidos, es por ello que lo mejor es tomar un suplemento con picolinato de cromo.
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