Cuatro frutos que sí alimentan
Pueden ayudar a bajar de peso, acceder a grasas buenas, o recibir fibras para el balance nutricional
Las frutas además de ser deliciosas ejercen un papel importante en el organismo, son fuentes de agua, fibras (celulosa), diversas vitaminas, sales minerales, fructosa o levulosa (que son los azúcares naturales de las frutas); además contienen carbohidratos, grasas y proteínas, que controlada de una manera bien equilibrada pueden ser excelentes herramientas nutricionales de todos los practicantes de musculación.
La pera
Tiene su mérito y no sólo la popular manzana, a la hora de desear eliminar los kilos extras. El Instituto de Investigación de Medicina Social de la Universidad de Río de Janeiro y publicada en el Journal of Nutrition americana, demostró que las mujeres que comieron tres peras por día durante 12 semanas consumieron menos calorías y perdieron más peso que las que no ingirieron ninguna fruta. El estudio fue hecho con 411 voluntarias entre 30 y 50 años.
La pera tiene la gran ventaja de ser bien fibrosa. Concentra, en promedio, 3 gramos de fibras totales por 100 gramoas, casi el doble que la manzana, que suministra 1,6 gramos, afirma una de las nutricionistas. Además, el consumo de una unidad representa 12% de la necesidad diaria de fibras, que es de aproximadamente 25 gramos por día. También es una gran fuente de fibras insolubles, que están relacionadas a la prevención de estreñimiento y otras enfermedades como el cáncer de colon.
La toronja
Ingerir una mitad de una toronja o tomar su zumo antes de cada comida puede ayudar a la pérdida de hasta medio kilogramo a la semana, aunque no se cambie absolutamente nada en la dieta. Fue esa la conclusión a la que llegaron los investigadores de la Scripps Clinic, en California, una red de servicios de salud sin fines lucrativos y que invierte mucho en estudios.
Ellos acompañaron el proceso con 100 personas obesas por 12 semanas. Pasado ese periodo, descubrieron que componentes de esta fruta ayudan a regular la producción de insulina, una hormona que está íntimamente ligaga al stock de grasas. Los niveles bajos de insulina también contribuyen a alejar el apetito por más tiempo cuando los índices están elevados, ya que la hormona estimula el hipotálamo, región del cerebro que, entre otras funciones, regula el apetitio.
El plátano-banana verde
Recordemos que el plátano o banana es una excelente fuente de potasio, vitamina B6 y carbohidratos y es una de las frutas más preferidas por todos los deportistas, pero la variedad verde contiene un almidón resistente que también marca presencia en el fideo integral, en el frijol blanco, en la lenteja, en la cebada y en el pan con granos integrales, que tienen alto poder de saciedad. Ese efecto quedó más que comprobado en una investigación americana realizada por la Universidad del Estado de Louisiana y publicada en el Journal of Obesity. De acuerdo con el estudio, ese almidón estimula las hormonas que hacen al organismo sentirse satisfecho y señalizan que es hora de parar de comer.
El almidón resistente también promueve un aumento del peristaltismo intestinal, que puede disminuir la absorción de nutrientes y, consecuentemente, de calorías, afirma las investigaciones.
Otro dato: un pequeño estudio de la Universidad de Colorado reveló que la quema de grasas fue 23% mayor entre los pacientes que incluyeron alimentos ricos en ese almidón.
La almedra
Un buen puñado de almendras, repleta de grasas benéficas es capaz de reducir el peso. Esto lo demuestra un estudio realizado en el City of Hope National Medical Center in Duarte, California, en Estados Unidos, y publicado en el International Journal of Obesity. En seis meses, las personas que adoptaron a diario 84 gramos de este fruto oleaginoso (cerca de 70 unidades!) redujeron 18% del peso y 14% de la medida en la cintura. El colesterol malo (LDL) también disminuyó 15% y los triglicéridos, 29%.
El grupo que se deleitó con las almendras perdió también 56% más de grasa corporal en comparación con el grupo que ingirió el mismo número de calorías en forma de carbohidratos complejos, que están en los cereales integrales, en el arroz, en los panes, en las masas y en las patatas.
Además de las fibras, que alejan el apetito por más tiempo, la almendra contiene Omega-3, grasas buenas que ayudan a estimular las hormonas de la saciedad, afirma una de las médicas ortomoleculares.
También es riquísima en vitamina E, que regula las hormonas sexuales tanto en el hombre como en la mujer. Y por gracias a eso, la almendra facilita la formación de masa magra. Y, cuanto más masa magra, mayor es la quema de grasas.