La ciencia investiga como la comida seduce al cerebro
Los obsesos presentan reacciones fuertes a la comida en la amígdala cerebelosa; el centro emocional del cerebro estando o no con apetito
Los científicos están usando una tecnología sofisticada de tomografía del cerebro para entender como la seducción de una comida sabrosa puede superar los mecanismos del cuerpo que regulan el hambre y la satisfacción, lo que es llamado de alimentación “hedónica”, en contraposición a la “homeostática”. Se sabe que las personas obesas presentan una reacción más hedónica a los dulces y comidas ricas en grasas en los circuitos de placer y recompensa del cerebro que las personas con peso saludable. La simple visión de fotos de platos tentadores puede encender las áreas de búsqueda de placer en el cerebro de las personas obesas.
En un estudio presentado en una conferencia internacional sobre obesidad en Estocolmo, Suecia, investigadores de la Universidad Columbia, de Nueva York, mostraron imágenes de comidas calóricas a diez mujeres obesas y diez mujeres de peso normal y vigilaron sus reacciones en el examen de resonancia magnética. En las mujeres obesas, las imágenes provocaron respuestas fuertes en el área tegmentar ventral, una mínima área de la región central del cerebro donde la dopamina es liberada. Las imágenes también habían activado la parte del cerebro envuelta en la planificación de algo recompensandor.
“Cuando las personas obesas ven alimentos calóricos, una red de áreas del cerebro envueltas en recompensar, la atención, emoción, memoria y planificación motora son activadas, y esas áreas hablan entre sí, volviendose más difícil para ellas resistirse”, dice la investigadora-jefe Susan Carnell, científica de psiquiatría del Centro de Investigación de la Obesidad, de Columbia. Reacciones cerebrales similares ocurrieron en personas obesas cuando los investigadores sencillamente dijeron las palabras “pastel de chocolate” – pero no cuando vieron u oyeron hablar de alimentos de baja caloría, como repollos o calabacín. Las reacciones fueron menos pronunciadas en personas de peso normal.
En un laboratorio de neurocientistas de la Universidad Yale, se hicieron estudios con 13 personas por encima de su peso normal y 13 de peso normal; en donde debian oler y probar milkshakes de chocolate o de fresa y observarían sus reacciones mediante tests de resonancia magnética. Los obsesos presentaron reacciones fuertes a la comida en la amígdala cerebelosa; el centro emocional del cerebro estando o no con apetito. Los de peso normal presentaron una respuesta en la amígdala sólo cuando tenían apetito.
Los estudios concluyeron que una dieta de dulces y alimentos grasos puede cortar algunas de las señales de satisfacción del cuerpo, como péptido glucagon y el péptido YY, liberados cuando el estómago y el intestino están llenos.