10 pasos para hacerse un buen compañero de entrenamiento
Consejos interesantes para acompañar el entrenamiento juntos
Siempre queda el debate si es mejor entrenar solo o tener un compañero para entrenar, pero si se está entrenando solo se podría analizar la idea de tener a un compañero de entrenamiento, es por ello que ambos deben unirse en un esfuerzo conjunto y funcionar mutuamente; pero con esto no estamos indicando que es indispensable para lograr el éxito dentro de un plan específico, sin embargo podemos citar que gran parte de los que entrenan en conjunto incrementan sus oportunidades estando ahí en ese momento justo para levantar la última repetición, enfocarse en el gimnasio o hasta apoyar al programa de dieta fuera del gimnasio.
Ser un buen compañero exige al mismo que esté más relacionado con la formación y cómodo con las actitudes del otro; es por ello que citamos algunas sugerencias que puede ayudar cuando uno desea ser un compañero completo al entrenar.
Tener metas semejantes
- No es coherente tener un compañero que visa perder 20 kg cuando uno está deseando ganar masa muscular, y como la formación será diferetne habrá una motivación diferente.
- Para obtener resultados eficientes, ambos deben enfocarse quizas en el mismo plan de formación, de dienta o por lo menos similar de modo a sacar el máximo provecho dentro y fuera del gimnasio.
Ser puntual y programar todo
- Sería desastroso que cuando se realice el entrenamiento o se siga el plan nutricional que el compañero no acompañe con la misma sincronía de tiempos, con ello simplemente todo se derrumbaría.
- La confiabilidad y estar presente antes de entrenar o registrar horarios similares que sean confortables a ambos sería lo recomendable, y cuando haya imprevistos que siempre los hay estar pendientes de ellos para tener previsto todo de modo a que las sorpresas no sean desagradables.
Saber como identificar al compañero
- Hay algunas personas que no quieren que el compañero esté cerca de ellos cuando suben la barra y hay otros desean que las manos del compañero esté sobre la barra en todo momento para que se sientan más seguros al levantar.
- Descubrir y compartir mucho tiempo entre ambos podría llevar a garantizar comodidad y seguridad, hasta compartir los mismos gustos sobre todos los aspectos del entrenamiento.
Asistiendo en forma
- Hay que certificarse además que el compañero está enfocado en el entrenamiento, además de conocer sobre la sesión y hasta la dieta del día ya que si el compañero está haciendo algo errado podría impactar negativamente en los resultados.
- Ambos deben trabajar juntos en el conocimiento técnico, estudiar los planes de entrenamiento, de dieta, suplementación y técnicas alternativas de modo a establecer metas comunes pero con la experiencia e información certificada que pemita avanzar y no retroceder en los objetivos.
Aceptar críticas
- Cuando hay errores el compañero debe aceptar que está haciendo las cosas mal y asumir que debe modificar o sus pensamientos o sus acciones en el momento adecuado; si se tiene a un compañero terco no se podría trabajar tranquilos y esto puede causar otro caos dentro del plan general.
- Así mismo si el compañero está en lo cierto y uno está practicando o teniendo prácticas incoherentes con lo planificado debe aceptarlo siempre aunque esto duela y asumir el rol de ganador y no dejarse caer tanto en el gimnasio, la nutrición, del descanso o en tiempos de estrés o de muchas salidas nocturnas; hasta el romance puede impactar en el entrenamiento, entonces las críticas constructivas siempre deben ser asumidas como tal mejorando así la moral del compañero a largo plazo.
Saber que es la motivación
- El compañero perfecto debe conocer más sobre los objetivos de modo a seguir con prestancia las sesiones planificadas; la movtivación se enfocaría en este caso en transformar la intensidad y entrenar a un nivel elevado; saber como hacerlo implica mejorar, y dejarse estar significa ir para atrás como un cangrejo.
- Además usar y conocer técnicas de motivación o formas de aconsejar al que entrena hará que esas repeticiones extras puedan significar la diferencia entre lo bueno y lo óptimo.
Desconectar el teléfono celular
- Al usar móviles u otros accesorios que distraen distraerá al momento de las sesiones de entrenamiento, entonces lo mejor es apagarlo directamente o dejar a otra persona en el gimnasio en caso de mucha urgencia.
- El enfoque debe reducirse al entrenamiento completamente y hasta los aspectos nutricionales previos y posteriores.
No socializar al momento de entrenar
- No es muy productivo ir al gimnasio y pasar ahi más de una hora y media, cuando solo puede llevar 30 a 30 minutos, lo ideal si se desea es socializar después del entrenamiento donde la mente ya estará desvinculada del enfoque para las sesiones.
- Hablar mucho en forma dispersa tampoco ayuda, la idea es incluir en el repertorio los aspectos técnicos y motivacionales.
Ser optimista
- Si se entra con una actitud negativa o fustrante durante el entrenamiento, entonces el que entrena va a sentirse de la misma manera; los problemas de la vida en ciertos casos deben ser discutidos también de modo a no vincularlos al plan de entrenamiento.
- Si se tiene un día pésimo o se está en una situación depresiva, es mejor concentrarse en cosas positivas o no acompañar directamente al que entrena ya que impactará negativamente en sus objetivos.
- Ser entusiasta y energético es crucial para que ambos se beneficien de la unión de fuerzas.
Compartir juntos las alegrías
- Si el compañero bate su meta mientras se está entrenando juntos, disfrutar con el de ese momento es algo fundamental; esto se debería ver como una ganancia personal ya que se trabajó mucho para lograr ese éxito esperado y es tan gratificante llegar al objetivo juntos.
- Abrazarse y festejar sería lo ideal ya que la automotivación será en pareja y no en forma individual.
- Así mismo disfrutar de otros momentos libres o de ocio podría ser interesante ya que son momentos para disfrutar o compartir más que una amistad que debe ser duradera.