Conociendo las cáscaras de los cítricos
Son poderosos antioxidantes y pueden ayudar a reducir el colesterol además de proteger los pulmones, corazón, sistema inmunológico, epidermis, los huesos y hasta los intestinos.
Un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry se centró en el poder de las cáscaras de cítricos y su incidencia en la salud humana; el ensayo que añadió substancias retiradas de cáscara de tangerinas (mandarinas) y naranjas a la alimentación normal de ratones de laboratorio; esas substancias presentes en las cáscaras llamadas flavonas pertenecientes al grupo de los flavonoides, pueden ser encontradas en algunas frutas, legumbres, té y vino tinto.
De acuerdo con el estudio, una dieta que contiene solo 1% de flavonas consiguió reducir en 40% el colesterol de los animales y esto sucede porque las cáscaras de los frutos contiene una concentración 20 veces mayor de flavonas relevantes comparación con el zumo de las mismas frutas, aquí los responsables de la investigación sugieren que esta reducción sucede porque estos químicos tienen la capacidad de disminuir la secreción de colesterol por el hígado.
En cantidades medias por cada porción de 100 g de limón, naranja o mandarina de acuerdo a los Institutos de Alimentos hay 26 – 42 calorias, 1,7 – 2,1 g de fibra, 1,9 – 8,9 g de hidratos de carbono, 9 – 11 mg de magnesio, 32 – 57 mg de vitamina C, 140 – 241 mg de potasio, y 86,3 – 90,1 g de agua.
Contra el envejecimiento y los resfríados
Más allá de la vitamina C, los frutos cítricos como la naranja, la tangerina-mandarina y el limón son ricos en antioxidantes que ayudan a reforzar las defensas y a combatir el deterioro celular y deben ser puestos en consideración en particular en invierno y en los cambios de estación, cuando quedamos más vulnerables al ataque de los virus respiratorios.
En resumen los cítricos:
- Fortalecen las defensas orgánicas y mejoran los problemas de las vías respiratorias como neumonía, gripe, bronquitis, inflamación de la garganta, ronquera, catarro y anginas.
- Los antioxidantes naturalmente presentes en los cítricos reducen el riesgo de cáncer del colón, estómago y pulmón.
- Potencian el proceso de cicatrización de heridas.
- Contienen flavonoides que diluye la sangre y protege al corazón; además combate los problemas de circulación arterial y venosa.
- Intervienen en la producción de colágeno y en el desarrollo de los huesos, uñas y dientes..
- Impiden la acumulación de colesterol LDL (dañino) en las macetas sanguíneas, ayudando a metabolizar las grasas y a reducir el valor del colesterol total.
Recomendaciones a tener en cuenta:
- No están recomendados las personas con problemas gastrointestinales, principalmente los frutos cítricos más ácidos.
- Deben ser consumidos con cuidado cuando se tiene cálculos renales (aglomeraciones sólidas de sales minerales que se forman en la vejiga, en los riñones y en el hígado), ya que el ácido oxálico puede convertirse en ácido cálcico favoreciendo este problema.
- Para que se mantengan sus vitaminas deben ser consumidos frescos y en zumos hechos en el momento.