La vitamina A y la hipertrofia
Puede ser la arma más poderosa de los culturistas porque es necesaria para la utilización de las proteínas, la producción de testosterona y otros factores de crecimiento
El mundo de la nutrición del culturista contiene una paradoja, la cantidad de información disponible es abundante pero la sabiduría de las dietas tradicionales para satisfacer las principales preocupaciones de los culturistas es escasa y difícil de encontrar porque tradicionalmente las recomendaciones típicas incluyen dietas con tenores muy bajos de grasa y ricas en alimentos proteicos como el salmón o el pollo.
Cuando hablamos de la vitamina A no siempre encontramos muchas referencias sobre su importancia en la musculación; sin embargo este nutriente es esencial para el desarrollo muscular y puede ser la arma más poderosa de los culturistas porque es necesaria para la utilización de las proteínas, la producción de testosterona y otros factores de crecimiento.
De hecho, un estudio realizado en seres humanos que citaremos a continuación verificó que la administración de vitamina A y hierro parece tener resultados equivalentes al uso de suplementos pro-testosterona; es así que aparece la nueva controversia sobre las dietas proteicas o las dietas ricas en vitamina A.
La vitamina A y la testosterona
Muchas investigaciones que se realizaron con animales indican la importancia de la vitamina A para la producción de testosterona porque la misma atraviesa la barrera sangre-testículos en su forma de alcohol como retinol, donde es almacenada en las células de Sertoli y convertidas conforme sea necesario en su forma más biológicamente activa, el ácido retinoico.
Las experiencias con ratones muestran que concentraciones más elevadas de vitamina A en los testículos aumentan la secrección basal de testosterona así como de transferrina, que es responsable por el transporte de hierro, y una variedad de factores de crecimiento, incluyendo la IGF-binding protein 4 (que transporta el IGF), andrógeno-binding protein (que transporta andrógenos), el factor transformador de crecimiento beta (que provoca el crecimiento celular y suprime el cáncer) y la proteína reguladora aguda de la esteroidogénesis (que es responsable por el transporte del colesterol para la mitocondria para su conversión en esteroides).
La vitamina A también disminuye la producción de estrógeno en los testículos masculinos; en varias experiencias se demostró que los ratones con deficiencia en vitamina A experimentan una disminución de los niveles de testosterona hasta que los órganos sexuales accesorios se atrofian indicando que la vitamina A no sólo auxilia, sino que es esencial para la producción de testosterona.
Una experiencia en que usaron cerdos de Guinea, que certifica muchas experiencias realizadas en ratones, verificó una disminución de la testosterona plasmática asociada a una deficiencia de vitamina A y un estudio humano que comparó la ingesta dietética de 155 pares de individuos gemelos encontraron una correlación entre los niveles de testosterona y la ingesta de vitamina A.
El estudio más convincente es el que reclutó y dividió a 102 adolescentes con baja estatura y pubertad retrasada en cuatro grupos; un grupo de control, un grupo suplementado con testosterona, un grupo suplementado con vitamina A y hierro, y un grupo que recibió suplementación natural pro-testosterona.
- Todos los tratamientos fueron eficaces en la inducción del crecimiento y de la puberdad donde el grupo de control no ganó de peso o inició la pubertad en el mismo periodo de tiempo.
- Lo más sorprendente es que el grado de aceleración del crecimiento fue semejante en el grupo tratado con el suplemento pro-testosterona y el grupo de tratamiento con vitamina A verificándose que el inicio de la pubertad ocurrió entre los 9 a 12 meses en el grupo del pro-testosterona y de 12 meses en el grupo de la vitamina A.
Este estudio sugiere dos cosas; la primera es que los problemas de crecimiento que esos niños experimentaron podrían haber sido evitados si los padres tuvieran conocimiento de la importancia de servir una comida con hígado semanalmente por ser muy rico en vitamina A y hierro.
La segunda es que, con trabajo duro y dedicación equivalente, los atletas y culturistas pueden ser capaces de obtener resultados semejantes a partir de su entrenamiento, ingiriendo aceite de hígado de bacalao y alimentos ricos en vitamina A.
La vitamina A y el cáncer de la próstata
Aunque algunos investigadores han expresado alguna preocupación sobre algunas sustancias que pueden estar envueltas en la etiología del cáncer de próstata, de la vitamina A podemos esperar sólo más buenas noticias.
- Los científicos que participaron en un estudio controlado, administraron dosis de acetato de ciproterona, un anti-andrógeno, y proprionato de testosterona en ratones, seguido de N-metil-N-nitrosourea, una substancia cancerígena, a un grupo tratado con dosis elevadas de vitamina A.
- La incidencia de cáncer de la próstata en el grupo no tratado con vitamina A fue de 65%, mientras sólo 18% y 20% de los ratones tratados con vitamina A sufrieron cáncer de la próstata dorsolateral y anterior, respectivamente.
La vitamina A y la utilización de la proteína
Diversos estudios realizados con animales han mostrado que las reservas hepáticas de vitamina A se agotan debido una ingesta elevada de proteína, mientras la cantidad de vitamina A aumenta cuando se consume moderadamente; una explicación para esto es que es necesaria una cantidad adecuada de proteína según la individualidad biológica para el transporte de la vitamina A.
En un estudio los investigadores alimentaron ratones con vitamina A marcada radioactivamente en dietas baja en proteínas y ricas en proteínas, usando la cantidad de radioactividad presente en gases, orina y heces como medida del metabolismo de la vitamina A descubriéndose que el nutriente es utilizado a una tasa más elevada en una dieta rica en proteína.
La vitamina A no se agota sólo debido a una ingesta elevada de proteínas, sino es también necesaria para la síntesis de nuevas proteínas que es el objetivo de los culturistas.
- Según algunos estudios bien serios y realizados en varios países se concluyó que los ratones alimentados con dietas deficientes en vitamina A sintetizan proteína a un ratio más bajo que los ratones alimentados con cantidades adecuadas de vitamina A.
- En otros ensayos también se demostró que las poblaciones de células del músculo esquelético aumentan la cantidad de proteína por célula cuando son expuestas a la vitamina A y D, pero no cuando solo son expuestas a la vitamina D.