Dormir demasiado o muy poco puede ser malo para el corazón
Un factor interesante que además de estar vinculado al crecimiento muscular se relaciona a la salud en general
Según una publicación hecha en el ScienceDaily a finales de marzo cita que dormir muy poco o incluso demasiado parece significar un problema para el corazón; los nuevos datos revelan que los adultos que duermen menos de 6 horas de una noche de sueño tienen un riesgo significativamente mayor de accidente cerebrovasculares y ataques cardiacos, así como de insuficiencia cardiaca congestiva o incluso aquellos que supuestamente duermen más de 8 horas por noche tienen una mayor prevalencia de problemas del corazón.
Los inconvenientes surgen cuando aparecen los dolores en el pecho (angina de pecho) y posibilidades de desarrollar enfermedades coronarias relacionadas a un estrechamiento de los vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón; el estudio fue presentado a finales de marzo en la 61º Convocataria Anual del Colegio Americano de Cardiología añadiendose que los hallazgos se hacen eco de investigaciones anteriores más pequeñas pero apuntando que es la primera muestra representativa para encontrar una asociación entre la duración del sueño y la salud del corazón observando cinco condiciones diferentes a la vez.
Los investigadores estudiaron retrospectivamente a unos 3.019 pacientes mayores de 45 años que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) que es una encuesta de hogares de Estados Unidos que evaluó una amplia gama de temas de salud con la conclusión de saber que las personas que duermen muy poco tienen mayor probabilidad de tener un derrame cerebral o ataque cardiaco; los informes revelan además que dormir más de 8 a 9 horas cada noche en forma frecuente induce a tener angina de pecho y que también puede impactar en la aparición de enfermedades relacionadas con las arterias.
Según Rohit Arora R., MD, FACC, director de cardiología y profesor de medicina, de la Escuela de Medicina de Chicago e investigador principal del estudio ahora se tiene una indicación de que el sueño puede afectar la salud del corazón y debe ser una prioridad y que en base a estos resultados se advierte a la población que es indispensable dormir de 7 a 8 horas incluyendo el uso de suplementación natural que ayudan a las personas para que tengan un sueño agradable y anabólico en caso de los que practican musculación ayudándoles a proteger su sistema cardiovascular a largo plazo.
La falta de sueño ha sido previamente vinculado a la hiper-activación del sistema nervioso simpático, intolerancia a la glucosa, la diabetes y un aumento en los niveles de cortisona, presión arterial, frecuencia cardiaca en reposo y los marcadores inflamatorios; sin embargo no se tiene claro porqué la duración del sueño podría estar relacionada con los problemas del corazón.
- El Dr. Arora especula que las personas que duermen más de 8 horas reportan dolores en el pecho a su médico y que pueden ser tomadas como una explicación de los eventos cardiovasculares más importantes en ese grupo pero que también debe ser tomado en cuenta factores desconocidos aún no dilucidados y otras condiciones como la diabetes mellitus, la obesidad o la hipertensión que son un riesgo más alto en comparación al factor de dormir por ejemplo menos de 6 horas.
- Lo que está claro, según el Dr. Arora es la necesidad de médicos y pacientes para hablar sobre los patrones de sueño y es por ello que se presentó este asunto sobre la mesa de diálogo animando a los profesionales a incluir consejos sobre mejores hábitos de sueño incluida la opción nutricional de modo a proteger a sus pacientes de probables inconvenientes con su corazón.
Durante el estudio se presentaron formularios a los voluntarios sobre la duración del sueño dividiéndoles en un grupo de menos de 6 horas, otro de entre 6 a 8 horas y el tercero de más de 8 horas de sueño por noche registrando también los niveles de funcionamiento de sus sistemas cardiovasculares con variables ajustadas a la edad, sexo, índices de colesterol total, lipoproteínas de alta densidad, presión arterial sistólica, tabaquismo, si presentaban o no cuadro diabético y su índice de masa corporal; además se controló la apnea del sueño y otros trastornos que han sido previamente relacionados con los problemas cardiacos.
Los científicos resolvieron que se necesitan de más estudios para confirmar estos hallazgos y de ser probados se determinaría un protocolo sanitario sobre los patrones de sueño y la identificación de riesgos de enfermedades del corazón incluyendo la siempre paradigmática solución nutricional que no siempre está en boca de todo médico ya que la industria química-farmacéutica lucha con la suplementación y prevención natural que es lo adecuado para todos los casos.