Los optimistas viven más tiempo
Son más propensos a tener hábitos que fortalecen su salud o cumplir mejor los tratamientos médicos
Un grupo de investigadores holandeses descubrieron que el optimismo prolonga la vida después de haber seguido a casi 1000 personas con edades entre 65 a 85 años durante una media de 9 años; el estudio publicado en el 2004 en el “Archives of General Psychiatry” sugiere que el estado de optimismo reduce casi todas las causas de mortalidad gracias a algunos factores que veremos aquí.
Muchos científicos han observado una relación entre el optimismo y una buena salud, por ejemplo hay estudios que sugieren que los hombres más viejos con una visión optimista de la vida son menos propensos a sufrir ataques cardiacos que sus compañeros con una visión más sombría; además que los hombres optimistas que se someten la cirugías al corazón tienen menos complicaciones que los hombres más pesimistas y que al operarse, los optimistas con un nuevo corazón son más saludables que los pesimistas propietarios de un corazón nuevo.
Con base en estos estudios también sería de esperar que los optimistas vivan más tiempo que los pesimistas por ello los científicos realizaron el estudio para descubrir si realmente esto acontece; ellos presentaron a las personas con más edad preguntas con las cuales podrían concordar o discordar.
- Las preguntas eran del tipo “Muchas veces siento que la vida está llena de promesas”, “Yo aún tengo muchas metas que alcanzar” y Tengo “muchos momentos de felicidad en mi vida”.
- Nueve años después que los individuos hayan completado el cuestionario se reveló que el optimismo redujo la probabilidad de muerte tanto para los hombres como para las mujeres.
Cuando los investigadores separaron los resultados de muerte causada por enfermedad cardiovascular y muerte inducida por otras causas, se verificó que el optimismo protegió contra ambas causas de mortalidad; se cree que una de las razones por la cual los optimistas viven más es que ellos piensan que son más propensos a ser recompensados por los esfuerzos que hacen como la realización de ejercicios físicos y orientación para un estilo de vida saludable como no fumar y no beber.
Se concluyó que una persona optimista puede ser más propensa a tener hábitos que mejoran la salud o a un proceso de recuperación incluyendo cumplir mejor los regímenes de eventuales tratamientos médicos.