Respuesta tensional al ejercicio
El hipertenso puede hacer musculación con carga muy baja y muchas repeticiones; siempre controlado por el instructor
La medición de la presión arterial se debe medir antes, durante y después de la actividad, y para ello se pueden utilizar diversos aparatos que son importantes llevarlos al momento de entrenar; ya que además del plan nutricional y de ejercicios, ir al médico para el control permanente es una necesidad básica para todos. El aumento de la presión arterial ante el esfuerzo depende del tipo, de la intensidad y de la duración de la actividad física. El ejercicio de tipo dinámico es aquel que da origen a contracciones repetidas y lentas de mucha duración, produce mínimas modificaciones; esto son los ejercicios aeróbicos o isotónicos. El ejercicio de tipo estático produce una modificación que es mantenida en la contracción.
El ejercicio de tipo dinámico produce un aumento de las demandas de oxígeno, porque deberá aumentar también el gasto cardiaco, la ventilación por minuto y la irrigación muscular, que se obtiene gracias a una disminución de las resistencias periféricas.
Recuperación de la presión arterial
La disminución rápida después de un ejercicio se produce rápidamente, aunque justo después de ese minuto pueda elevarse transitoriamente. Se piensa que es debido a la recuperación del metabolismo anaeróbico que aparece cuando la carga del trabajo es máxima.
Los factores que condicionan la respuesta tensional son:
- La edad: a medida que aumenta la edad, se aumentan las resistencias periféricas, por ello la presión sistólica también aumenta.
- El estado de entrenamiento: Los atletas de pruebas de resistencia tienen generalmente, valores de presión sistólica más baja y de presión diastólica más alta. Pero para que se pueda apreciar, el nivel de entrenamiento debe ser grande.
- El Sexo: no hay variaciones, lo que se constató es una mayor rapidez en los hombres para recuperar los valores basales.
- Las variaciones diarias y estacionales: La presión sanguínea tiene variaciones de acuerdo con el momento del día. Los valores son mínimos durante el sueño y máximo en las últimas horas de la tarde. La estación del año que en que se posee valores tensionales altos es el verano.
Musculación x Hipertensión
La musculación podría hacer subir la presión en los hipertensos, de ahí el peligro de entrenar sin saber que está por encima de 12 : 8, la medida a ser tenida en cuenta como normal. Si esto pasa, tampoco quiere decir que a los hipertensos se les está prohibido tomar las mancuernas, pues esta es una vieja creencia que empieza a cambiar.
El prejuicio viene de los tiempos en que la actividad física era sinónimo de tener la silueta de Arnold. De hecho, si la persona es hipertensa entrenar muy pesado eleva la presión a la estratósfera; es por ello que el plan de entrenamiento debe ser regulado y para ello hay un tipo de planificación.
Un tipo de musculación que puede y debe ser practicado por hipertensos se trata de la resistencia muscular localizada (RML), donde el entrenamiento con pesas es hecho con carga muy baja (40% de la carga máxima) y altas repeticiones (más de 15 repeticiones). La musculación puede ser hecha por hipertensos desde que no se haga trabajos exagerados visando la hipertrofia, pues este tipo de trabajo sí, elevaría y solo en ellos su presión arterial, tampoco esto es una regla para todos, sino a ser vista especialmente por los hipertensos.
El tema de que la presión arterial a largo plazo baja en los hipertensos es polémico. Las investigaciones que sugieren tal beneficio todavía son hechas con personas de presión normal; es el caso de uno estudio americano publicado en 2003 en el Journal of Applied Physiology. Por 8 semanas, 12 adultos levantaron pesas 3 veces a la semana. En promedio, en reposo la presión sistólica cayó 1 punto. Lo que ya está probado es que el nivel de presión baja después de 2 horas tras el final del esfuerzo.
No podemos olvidar que también debe realizar un esfuerzo aeróbico controlado sin subir mucho la intensidad, aumentando así la liberación de óxido nítrico, frenando el aumento de la placa de grasas que caracteriza la ateroesclerosis y mejorando la elasticidad de sus vasos sanguíneos.
En resumen, la musculación puede ser realizada por hipertensos, siempre que se realice con cargas bajas (resistencia muscular localizada); y el trabajo aeróbico es fundamental; y para mayor seguridad del hipertenso, debe siempre estar vigilando siempre el ritmo cardíaco y su presión en sala de musculación, y cuando levanta pesas es importantísimo para él, respirar correctamente, ya que está prohibido atajar la respiración.
Es fundamental que el instructor, que trabaja en el gimnasio esté siempre vigilando el alumno hipertenso y verificando siempre su frecuencia cardiaca y a su presión, ya que el programa de musculación para el hipertenso debe ser totalmente diferenciado de los demás.
El tratamiento médico y nutricional para el hipertenso
Debe ser individualizado el tratamiento según su etiología y severidad; la primera cosa que el médico debe hacer es informar al paciente sobre su situación. Después, según las cifras tensionales tratarse con medicamentos o con medidas higiénicas y dietéticas; donde también la suplementación ayuda.
En general el tratamiento consta de:
- Restricción de la ingestión de sodio.
- Control del sobrepeso.
- Reducción del excesivo consumo de alcohol y cigarrillos.
- Aumento de la ingesta de potasio, calcio y magnesio.
- Disminución de las grasas saturadas.
- Práctica de ejercicio físico (anaeróbico y aeróbico).
- Técnicas de relajación pudiendo complementar por ejemplo con actividades orientales o hasta con Pilates.
Tratamiento farmacológico y ejercicio físico:
Para los hipertensos que realizan actividad física se recomienda que los medicamentos puedan cumplir una serie de criterios:
- No tener efecto depresor sobre la respuesta miocárdica al ejercicio.
- Ausencia de potencial arritmogénico, o que cause arritmias.
- Preservar la distribución del flujo sanguíneo del músculo en ejercicio.
- No interferir con la utilización adecuada de las fuentes de energía (sustratos metabólicos).