Importancia de los antibióticos naturales
Ahora que se viene el frío y aparecen muchos virus en el ambiente es importante dar una mirada a la nutrición diaria para fortalecer el sistema inmunológico
Los antibióticos son absolutamente necesarios ya que las infecciones por bacterias son comunes en muchas situaciones. Heridas, mala higiene, y hasta en las operaciones hospitalarias o en ciertos sitios o lugares donde las infecciones se pueden extender a pandemias. Actualmente el mundo está pasando por una crisis de falta de antibióticos. Los antibióticos son sustancias químicas que inhiben el desarrollo de microorganismos (bacterias y hongos) y muchos de ellos son los llamados antibióticos naturales que son producidos naturalmente por diversos organismos vivos: plantas, animales y microorganismos.
Varios antibióticos son productos del metabolismo secundario de organismos vivos y está constituido por vías metabólicas que son particulares a individuos de una determinada especie, o género. Es así que los organismos “parientes” acostumbran a producir sustancias parecidas; estas sustancias pueden ejercer las más variadas funciones, de entre las cuales de inhibir el desarrollo de microorganismos.
Los antibióticos naturales son algunos de los más importantes antibióticos utilizados para el tratamiento de infecciones bacterianas o fúngicas. Algunos ejemplos son las penicilinas (de hongos del género penicillium), los aminoglicósidos como la estreptomicina (producidas por bacterias del género streptomyces) y los antibióticos [poliaromáticos como las antraciclinas y tetraciclinas (producidas sobre todo por hongos y también por las bacterias). Varios antibióticos son importantes no solamente para tratar enfermedades humanas, sino también (y desgraciadamente) para la cría de ganado, aves y cerdos para el consumo humano.
Más de la mitad de todos los antibióticos conocidos son producidos por bacterias del suelo, y estas sustancias ejercen funciones extremadamente importantes en la mantención de la población de microorganismos. Asociados a la presencia de antibióticos, muchos microorganismos desarrollaron resistencia a estas sustancias, de manera que puedan sobrevivir en la presencia de estas. Es decir, en el ambiente existen tanto microorganismos sensibles como resistentes a los antibióticos.
- El surgimiento de vías metabólicas que llevaron a la formación de determinados antibióticos es fruto de presiones selectivas a lo largo de la evolución. Además, la persistencia de una vía metabólica en un determinado microorganismo debe ser derivada de que sus productos confieran algún tipo de ventaja adaptativa.
- Sin embargo, se sabe que muchos antibióticos no son persistentes en el ambiente y sufren cambios, en consecuencia pueden quedarse expuestos a factores como la variación de pH, irradiación UV y hasta su degradación por otros microorganismos.
Algunos antibióticos naturales en la dieta
Muchos alimentos funcionan bien en el combate la bacterias y virus, curando infecciones y cuando son incorporados a la dieta, estos antibióticos naturales fortalecen el sistema imunológico, previniendo las enfermedades
- El ajo y la cebolla: Protegen contra el desarrollo de virus y bacterias. Son también antihelmínticos (para el tratamiento de parásitos intestinales transmitidos por el contacto con el suelo en niños); ellos deben ser consumidos crudos, porque cuando son fritos o asados pierden sus propiedades. Una manera de ingerir el ajo más fácilmente es esparcir uno o dos dientes molidos sobre la comida (almuerzo), a diario.
- La jalea real: Favorece la renovación de todas las células, desde la médula ósea hasta la piel, cabellos y uñas y previene las enfermedades infecciosas. El producto debe tener procedencia fiable y ser guardado en la nevera en un pote de vidrio. Todos los días, se debe retirar una pizca con espátula de madera (metal o plástico no sirven pues dejan residuos) y poner debajo de la lengua. Es importante que sea en ayuno y antes de cepillar los dientes.
- Naranja: Un vaso pequeño de zumo de naranja-lima o lima-de la-persia todos los días, por la mañana, fortalece el sistema imunológico y previene enfermedades como resfriados, gripes y aparición de algunos virus. Las naranjas pera o selectas deben ser evitadas, porque su acidez ataca la mucosa del estómago. Lo mejor es comer la fruta, ya que el bagazo de la naranja es también excelente fuente de fibra.
- Yogurt natural: Es una buena fuente de calcio, que fortalece dientes y huesos, además de ayuda a rehacer la flora intestinal destruida por los antibióticos. Es importante sólo usar recipiente de vidrio para tomarlo.
- Jengibre: Actúa como un desinfectante del organismo, impidiendo que los gérmenes se desarrollen; es contraindicado para quien tiene hipertensión, porque eleva la presión. Un pedacito crudo, mascado como si fuese chicle, aleja el dolor de garganta y mal aliento. Otra manera de ingerir el jengibre es extraer el zumo en la licuadora, mezclarlo con miel y guardarla en el freezer. Después coger un poquito de esta mezcla helada todos los días usando como medida una cucharada bien rellena.
- Algas: Ricas en sales minerales, clorofila y yodo y ayudan el organismo a combatir las infecciones. La más popular es la kombu (a la venta en casas de productos naturales), que puede ser frita o usada en sopas. La spirulina (a la venta en cápsulas) actúa como uno desinfectante natural del organismo, matando los gérmenes. La agar-agar (gelatina natural) desintoxica y fortalece las uñas y cabellos y puede ser mezclada con frutas.
- Berro: Además de ser una buena fuente de hierro y yodo, evita la invasión de las bacterias. Debe ser consumido crudo, en ensaladas. El té de berro es bueno para quien está con constipación.
- Propoleo: Es un óptimo antibiótico, pero no puede ser ingerido por mucho tiempo seguido porque acaba actuando también contra las bacterias que son importantes para la buena puesta en marcha del organismo. Durante el proceso infeccioso, usar 10 gotas de propoleo dos veces por día. Los críos deben tomar solo 5 gotas.
- Ñame: Fortalece el sistema imunológico y ayuda a ganar masa muscular. Puede ser preparado como puré, sopa, frito o cocido. La sopa es buenísima para combatir resfriados, bronquitis y neumonía y en general es hecha con ñame cocido y dos cucharas soperas de ajo crudo molido encima. Debe ser sazonada con soja y tomada caliente una vez por día. Una porción de la misma sopa, bien grande, puede ser puesta entre dos gasas y aplicada sobre los pulmones, para ayudar en la recuperación de bronquitis y neumonía.