La hipetrofia muscular es una respuesta adaptativa crónica al ejercicio
Se aumenta el espesor de las fibras lo que garantiza una reserva mayor de substratos y enzimas relacionadas a la contracción muscular
La hipertrofia es una de las respuestas adaptativas del organismo y que pueden ser clasificadas como agudas o crónicas; las agudas son temporales y responden a los disturbios sanguíneos causados por el ejercicio, como, por ejemplo, el aumento del lactato plasmático, deshidratación, entre otros; y para amenizar el problema, el cuerpo produce la liberación de grandes cantidades de glucosa y cortisol en el torrente sanguíneo, además de otros ajustes circulatorios y musculares.
Durante y después del estrés del exercicio, la glucosa es originada preferentemente del glucógeno muscular y hepático y es utilizada como substrato energético por los músculos, mientras el cortisol se origina de las células de los riñones y todo indica que tiene función de mantener la hidratación correcta de los músculos y órganos internos, además de contribuir con la generación de energía a partir de grasas.
El lactato es producido constantemente por el cuerpo a partir de la glucosa, pero su concentración aumenta durante el ejercicio intenso; cuando la tasa de producción es mayor del que la tasa de eliminación; y el aumento de la cantidad de células rojas en la sangre (hemáceas) es en parte, resultante de la liberación de esas células aún jóvenes en la circulación, las cuales estaban almacenadas en el bazo, auxiliando en el transporte de oxígeno por la sangre.
- Al contrario de la respuesta aguda, la respuesta adaptativa crónica al ejercicio ajusta el organismo de forma más definitiva, preparándolo para soportar con menor esfuerzo una situación semejante en el futuro; ese tipo de adaptación ocurre tanto en los músculos como en otros órganos, y llevan muchos días en producirse plenamente.
- La adaptación crónica al ejercicio también puede aumentar los niveles de metabólitos musculares y sanguíneos, como por ejemplo, de la creatinina generada a partir de la degradación de la creatina en el músculo para la generación de ATP, que es la molécula energética del músculo.
La adaptación crónica al ejercicio anaeróbico aumenta el espesor de las fibras lo que garantiza una reserva mayor de substratos y enzimas relacionadas a la contracción muscular, con consecuencia se produce la hipertrofia y una ganancia de peso en músculos.